UBU y CREER elaborarán una escala de actividades para niños con ER
Se adaptará la versión española de la herramienta a niños con enfermedades raras
La iniciativa surge de un convenio de colaboración entre la UBU y el CREER
La Universidad de Burgos (UBU) y el CREER han presentado esta mañana el convenio de colaboración suscrito para la puesta en marcha de un proyecto de validación transcultural de la escala de actividades para niños. Se trata de una iniciativa que tiene por objeto dotar a los profesionales de Terapia Ocupacional de una Escala de Actividades para Niños adaptada al contexto de menores que, debido a trastornos múculo-esqueléticos derivados de una enfermedad rara, tienen dificultades para realizar actividades de la vida diaria.
En este estudio, dirigido por la doctora de la Universidad de Burgos Silvia Ubillos Landa, trabajan investigadores del Departamento de Ciencias de la Salud de la UBU y técnicos y terapeutas del CREER. Ubillos ha explicado que se aplicarán los criterios más estrictos y rigurosos para el proceso de validación y adaptación transcultural de la versión al español de la escala. Se contará con la participación de niños usuarios del CREER, con edades comprendidas entre 5 y 15 años, además de con sus padres o tutores legales.
La escala de actividades para niños fue desarrollada en Canadá por Young, Williams, Yoshida y Wright (2000) bajo la justificación de que las escalas existentes hasta ese momento estaban restringidas a poblaciones con diagnósticos muy específicos y/o edades que no abarcaban toda la infancia. Se analizan 30 actividades que engloban la Higiene y Arreglo Personal, Vestido, Transferencias, Movilidad y otras, ya no dentro de las Actividades de la Vida Diaria, como el Juego o Preparación de Alimentos.
La adaptación de la versión española de la escala de actividades para niños cobra especial importancia en el caso de los profesionales que atienden a niños con limitaciones músculo esqueléticas típicas de muchas enfermedades raras. Este instrumento permitirá hacer diagnósticos precisos, además de monitorizar el cambio a lo largo del desarrollo del niño y evaluar las mejoras obtenidas como consecuencia de las intervenciones realizadas por estos profesionales, ha explicado Ubillos.