Melgar, a la espera de ratificar el interés por explotar el barco del Canal de Castilla
La Diputación aprobará mañana la cesión del barco del Canal de Castilla al Ayuntamiento, que hasta ahora no ha sido capaz de encontrar quién lo explote
El Consistorio reconoce que hay “contactos” y volverá a sacar el pliego de concesión
Tras varios meses de idas y venidas, el pleno de la Diputación aprobará previsiblemente mañana la cesión del barco de San Carlos de Abánades al Ayuntamiento de Melgar para que éste lo gestione de ahora en adelante. Eso sí, todavía no es seguro que el barco vuelva a surcar las aguas del Canal de Castilla, puesto que el Consistorio aún no ha encontrado quién lo explote.
Del Olmo insiste en que Diputación “se comprometió” a ceder el barco en perfectas condiciones
Según explica el alcalde de la localidad, José Antonio del Olmo, semanas atrás se abrió un concurso de adjudicación del servicio que finalmente quedó desierto. Inicialmente, la explotación había despertado “cierto interés” por parte de algunas empresas y particulares, pero a la hora de la verdad, el Ayuntamiento no recibió ninguna oferta, lo que pone en tela de juicio el futuro del barco. Eso sí, el Consistorio no tira la toalla, ya que existen “contactos” con algunos potenciales interesados que podrían hacerse cargo de la explotación de la embarcación si se confirman algunos extremos.
El primero pasa por que la propia cesión del barco se realice tal y como quedó acordado entre el Ayuntamiento y la Diputación. “La Diputación se comprometió a cedernos el barco en perfectas condiciones”, pero “todavía no se ha hecho nada” para reparar todos los daños sufridos en su estructura después de pasarse los dos últimos años amarrado en el embarcadero de Carrecalzada sin mantenimiento, subraya Del Olmo.
Viabilidad
A partir de ahí, lo más importante es que cuadren las cuentas. Y ahí llega el segundo de los problemas, puesto que la explotación del barco -y de las propias instalaciones del embarcadero, que el Ayuntamiento ya tiene cedidas- supone un coste muy elevado que hay que rentabilizar. En este sentido, Del Olmo explica que hacen falta al menos dos personas para dirigir la embarcación, un capitán y un marinero, cuyas costes laborales no son baratos. Además, “el verano es muy corto” y el periodo de amortización de la concesión se reduce sensiblemente, por lo que hay que ajustar, y mucho, las cuentas para que sea viable.
Sea como fuere, el Consistorio no puede hacer otra cosa que “esperar” a ver en qué estado se encuentra el barco cuando sea cedido y si es capaz de concretar el interés a través de un segundo concurso de adjudicación. En todo caso, el futuro del San Carlos de Abánades debería despejarse en las próximas semanas.