Una bomba manual y un pozo se suman al Museo Etnográfico de Montejo

La iniciativa cultural de Montejo de San Miguel ha incorporado una bomba manual de extracción de agua de pozo

Se trata de una pieza de familia, con más de cien años de antigüedad, que ha sido restaurada para la ocasión

Los promotores han construido un pozo junto al museo agrícola que utiliza la bomba para su riego

Una bomba manual y un pozo se suman al Museo Etnográfico de Montejo Se ha incorporado una bomba extractora para la que se ha construido un pozo. BC

El Museo Etnográfico de Montejo de San Miguel ha realizado su última adquisición. Se trata de una antigua bomba manual para extraer agua de pozo, una singular pieza que utilizaba el abuelo de los promotores de la iniciativa cultural para aliviar la sed de bueyes y caballerías en las calurosas jornadas de trilla. Julio Alberto García, uno de los nietos, ha explicado que se ha llevado a cabo un “meticuloso” proceso de restauración para reparar los daños ocasionados por el óxido durante los más de cien años de vida de la bomba.

Para instalar el instrumento ha sido necesario construir un pozo con brocal con ocho dovelas iguales, labradas en el taller de cantería del propio museo. García ha recordado que la singularidad de la pieza reside en que su mecanismo de absorción y empuje está sumergido en el agua. Sería casi una bomba “buzo”, ideal para pozos con una profundidad superior a los 8 metros. Y es que las bombas convencionales tienen el mecanismo en el exterior, perdiendo efectividad en grandes profundidades.

Se trata de una pieza singular con un mecanismo de absorción y empuje sumergido

El nuevo pozo se ha excavado junto a los cultivos que conforman el museo agrícola vivo, en el que se siembran productos típicos, forrajes, cereales, legumbres, verduras… Así que el agua que se extrae con la bomba se utiliza para su riego. De este modo, el Museo Etnográfico de Montejo de San Miguel continúa recuperando, y divulgando, la cultura de Las Merindades, fieles al lema ‘Una mirada al pasado, un paso al futuro’, que mueve la Asociación Cultural Trébede, impulsora.

El museo abrió sus puertas en 2003 con la intención de ser “un fósil de la cultura del cereal y el chacolí”, producciones ambas que centraron la actividad económica de Montejo hasta bien avanzado el siglo XX. La bodega y el lagar, con gran profusión de elementos, conforman el núcleo de una recreación doméstica que cuenta con cocina, comedor, despensa, sala de estar y dormitorios. Se completa con una representación de oficios, la recreación de una antigua escuela y el Museo de Maquinaria Agrícola, con todo tipo de máquinas.