Pérez Mateos: “Vamos a pedir la creación de las titulaciones que tengan demanda”

El nuevo rector de la Universidad de Burgos, Manuel Pérez Mateos, asegura que seguirá exigiendo a la Junta la creación de aquellas titulaciones que generen demanda social

Insiste en que la universidad en España es buena, aunque su escasa financiación impide que pelee en igualdad de condiciones con otras

Aboga por un pacto de Estado que garantice la estabilidad del sistema educativo

Pérez Mateos: “Vamos a pedir la creación de las titulaciones que tengan demanda” El nuevo rector de la Universidad de Burgos, Manuel Pérez Mateos. GIT

Los que lo conocen bien le llaman Manolo. Es catedrático de Bioquímica y Biología Molecular, durante los últimos años ha sido vicerrector de Ordenación Académica y el próximo 9 de junio tomará oficialmente las riendas de la Universidad de Burgos. Manuel Pérez Mateos, flamante vencedor de las elecciones a rector en la UBU, con más de un 70 por ciento de votos a favor, ya ha comenzado a hacerse a la idea de lo que le espera. A ello ha ayudado sin duda el haber formado parte del equipo rectoral de Alfonso Murillo, de quien habla maravillas, pero del que también quiere distanciarse. Rechaza el apelativo de “continuísta” y asegura que la universidad española, a pesar de lo que dicen los ránkings, “no está tan mal”. De todo eso y muchas cosas más charla con BurgosConecta.

¿Cómo definiría la campaña electoral?

Ha sido una campaña razonable.

¿Qué significa razonable?

Que ha sido una campaña dura, por lo fatigoso, y competida, con tensión, como consecuencia de que había dos candidatos. Pero al final, veo que ha sido una campaña en la que hemos sido capaces cada uno de los candidatos de presentar nuestras propuestas, que en nuestro caso se materializan en más de 300 compromisos. La verdad es que estoy muy satisfecho con el trabajo realizado.

Pero sí que ha habido algún detalle que ha enturbiado todo un poco…

“Tenemos sobre la mesa más de 300 compromisos”

Sí, pero yo preferiría no tenerlo en cuenta. Hasta cierto punto, creo que eso forma parte del propio juego de campaña, sobre todo en el momento en el que introduces redes sociales en las que no siempre están identificadas todas las cuentas. Yo lo único que le pedí al otro candidato es lo mismo a lo que yo mismo me comprometí, que era a hacer una campaña limpia, y creo que nosotros hemos cumplido con ese compromiso.

Se le ha calificado de continuísta. ¿Comparte ese calificativo?

Me siento muy orgulloso de haber pertenecido al equipo de Alfonso Murillo, al que considero un gran rector, pero nosotros no nos consideramos una candidatura continuísta. Son legislaturas diferentes y por tanto, son protagonistas diversos. Eso sí, en absoluto planteamos ruptura o cambiar las cosas de manera abrupta.

Vamos, que ni sí ni no, sino todo lo contrario…

La idea es mantener aquellas cosas que funcionan bien, que son muchas, tratando incluso de impulsarlas. Cuando las políticas y los equipos funcionan, no tiene sentido cambiar. Pero también tenemos nuevas ideas de cambio.

¿Qué es lo mejor que ha hecho Alfonso Murillo en estos ocho años?

Muchas cosas.

Destáqueme algo concreto.

Pues sobre todo destacaría que ha habido un cambio de actitud de gobierno, ya que ha habido mucha transparencia en esta última etapa. Una transparencia que, por otra parte, nosotros queremos conservar e incluso implementar. Aparte de eso, considero que también se ha conseguido estabilizar el déficit que tenía la propia Universidad en una situación económica muy complicada. También se ha avanzado mucho en la promoción del profesorado, se ha conseguido superar la adaptación al Plan Bolonia y se han puesto en marcha nuevas líneas de investigación y divulgación. En definitiva, creo que en las grandes líneas de trabajo se ha avanzado mucho.

Nada mejor que una campaña para testar la opinión de la gente. ¿Que le han transmitido? ¿Cuáles son las principales inquietudes de la comunidad universitaria?

“Lo que quieren los estudiantes es que se les escuche más”

En el caso de los estudiantes, lo que quieren es que se les escuche más, quieren participar más en los órganos de gobierno y tener foros en los que se les atiendan sus reclamaciones. Y todo eso con la pretensión de tener una mejor calidad de la enseñanza. En este sentido, creo que las peticiones de los estudiantes son muy sensatas.

Hemos hablado de inquietudes de los estudiantes, pero ¿cuáles son las del personal?

En cuanto al Personal Docente e Investigador (PDI), su problema fundamental es que tenemos personal acreditado y muy cualificado, pero como consecuencia de la crisis y la reducción de la tasa de reposición, no pueden acudir a sus plazas. Y eso genera frustración. Algo similar pasa con el Personal de Administración y Servicios (PAS), que lo que más requiere es el desarrollo de su carrera profesional. Aquí estamos hablando de la promoción del personal o de los planes de formación, aparte de las condiciones de trabajo.

Los alumnos piden más representatividad. ¿Por dónde pueden ir las líneas de trabajo en este ámbito?

La representación de los alumnos en procesos electorales vienen definida por una Ley Orgánica, por lo que tenemos poco margen de maniobra en ese sentido. En cambio, lo que sí que queremos es aumentar la participación a través de otras vías. Nos hemos comprometido a incorporar a un estudiante en el Consejo de Dirección, es decir, en el equipo rectoral, cuando se traten cuestiones de índole estudiantil. También vamos a modificar los estatutos y esperamos que los estudiantes participen en el proceso. Además, también me he comprometido a reunirme periódicamente con el Consejo de Alumnos para conocer de primera mano sus inquietudes.

A pesar de pedir más representatividad, lo cierto es que sólo uno de cada tres estudiantes votaron.

La participación estudiantil ha sido muy elevada si la comparamos con otros procesos electorales, tanto en la UBU como en otras universidades. Ese es un fenómeno a nivel nacional. Es muy difícil que la participación estudiantil supere el 30 por ciento en un proceso electoral universitario y en este caso se ha alcanzado.

La calidad de la universidad en España está en tela de juicio. Ningún ranking nos sitúa a la cabeza de prácticamente nada. ¿Tan mal estamos?

“Cuando vemos los rankings, también tenemos que ver aquellos que tienen que ver con la financiación de la institución”

En absoluto. Discrepo totalmente con esa opinión, aunque soy consciente de que socialmente así se percibe. Creo que tenemos una muy buena universidad. El problema es que no se puede competir en igualdad de condiciones con universidades que pueden llegar a tener 10 ó 20 veces más presupuesto. Si aplicamos esa variable y comparamos la inversión que se hace en la universidad española, comprobamos que ocupamos posiciones competitivas en el entorno internacional.

Y la Universidad de Burgos, ¿en qué punto está? Lo digo porque en términos generales también aparece a la cola de la mayoría de los rankings.

Es lo mismo. Estamos en la posición 43 de 47 en cuanto al gasto de inversión público por estudiante. Cuando vemos los rankings, también tenemos que ver aquellos que tienen que ver con la financiación de la institución. Y aún así, en algunos aspectos estamos en posiciones muy competitivas, como es el caso de la calidad de publicaciones científicas. En este ámbito concreto, por ejemplo, somos los primeros en Castilla y León y los cuartos a nivel nacional.

¿Eso es un dardo hacia la Junta?

“Vamos a pedir a la Junta que reequilibre las inversiones en la UBU”

No es un dardo. Simplemente pongo datos encima de la mesa. Las administraciones que tienen responsabilidades son las que tienen que ver en qué medida se puede reequilibrar. Obviamente, sí que voy a solicitar a la Junta que tenga en consideración nuestro posicionamiento, ya que la inversión que se ha hecho en esta institución sale de los impuestos de los ciudadanos y hay que rentabilizarla. De verdad, creo que tenemos una buena universidad, competitiva, pero también es de justicia que se reequilibren las inversiones.

Cada vez hay más voces que dicen que la estrategia en las universidades debería ser la especialización. ¿Comparte esa idea?

Estoy de acuerdo, pero con matices, tomando en consideración lo que pasa por ejemplo en otras universidades, sobre todo de ámbito europeo. En España tenemos un modelo de universidad bastante generalista, es decir, que casi todas las universidades tenemos una oferta muy amplia de titulaciones que creo que deberíamos mantener. A partir de ahí, yo creo que deberíamos especializarnos a nivel de posgrado. De hecho, uno de los principales retos que tiene la UBU es mejorar los programas de máster y de doctorado. Eso es lo que normalmente sucede a nivel internacional y creo que nosotros tenemos mimbres suficientes como para conseguirlo.

¿Qué líneas estratégicas debería seguir la UBU en este ámbito?

Somos muy competitivos en ramas como la biotecnología alimentaria, la nanotecnología, los procesos químicos y el patrimonio histórico y artístico, así como en educación especial o en determinadas investigaciones del ámbito jurídico. En realidad tenemos alguna fortaleza en todas las ramas del conocimiento. Y todo eso sin hablar del potencial que tenemos en el aprendizaje del español y en todo lo relacionado con la evolución humana, que deben ser dos de nuestros pilares.

La UBU ha perdido estudiantes en los últimos años. ¿Estamos ante una crisis?

No creo. Es cierto que hemos perdido estudiantes a nivel global, pero tenemos que tener en cuenta que en este periodo nos hemos adaptado al Plan Bolonia, lo que ha hecho que pasemos de titulaciones de 5 años a grados de cuatro cursos. Además, hemos vivido un descenso demográfico importantísimo en Castilla y León y todo ello ha coincidido con un incremento de la oferta universitaria y con una subida importante de las tasas. Y aún así, hemos incrementado un 11 por ciento el número de matrículas de nuevo ingreso el último año. Obviamente, uno de nuestros objetivos es atraer nuevos alumnos, pero, de verdad, no es un tema que me preocupe especialmente.

Acaba de ‘mentar la bicha’ al hablar de subida de tasas…

“Necesitamos un Pacto de Estado que dé estabilidad al sistema educativo y garantice el acceso a la universidad”

Las tasas… La verdad es que nosotros tenemos poco margen de maniobra, ya que tenemos que atenernos a lo que nos digan las administraciones. Nosotros apostamos por un pacto de Estado en materia educativa en el que se aborden una serie de aspectos, incluido el de las tasas. Creo que la inmensa mayoría de los responsables universitarios y la ciudadanía en general está reclamando que haya estabilidad normativa y una seguridad jurídica para que las reglas del juego nos permitan saber hacia dónde tenemos que avanzar. No es lógico que hace apenas unos años hayamos implantado el sistema de cuatro cursos y ahora ya se esté planteando el modelo 3 más 2. En ese escenario, quizá mañana nos vayamos al modelo cuatro más dos, que por cierto es el modelo más habitual en el ámbito anglosajón. Y en ese pacto de Estado, uno de los pilares básicos ha de ser el acceso a la universidad. Debe haber una política decidida de becas y nosotros defendemos una tendencia hacia la gratuidad de la enseñanza, como sucede en muchos de los países de nuestro entorno, como Alemania, Países Bajos o Francia. Pero entre tanto, lo mínimo exigible es que haya una homologación entre comunidades autónomas. No entiendo que a pocos kilómetros de distancia, el precio de las tasas se multiplique por dos.

¿Qué opina el nuevo rector del actual sistema educativo?

Te repito lo de antes. Lo primordial sería buscar la estabilidad a través de un pacto de Estado. Las universidades nos hemos puesto de acuerdo con los diferentes ministerios de Educación y en general somos bastante capaces de llegar a acuerdos, pero luego hay que llevarlos a cabo. Y eso no se ha hecho. Necesitamos que se escuche a los profesionales.

¿La UBU está dimensionada? ¿Cuenta con el personal suficiente?

No, en absoluto. Tenemos un déficit enorme de catedráticos y de profesores titulares, es decir, de personal docente con vinculación permanente a la universidad.

También se ha hablado en muchas ocasiones de falta de infraestructuras…

“Gran parte del presupuesto se nos va en mantenimiento de edificios”

En ese aspecto en concreto tenemos menos problemas, pero lógicamente necesitaríamos mayor dotación de infraestructuras. Hay que tener en cuenta que los gastos generales se comen una parte enorme del presupuesto y tenemos que dedicar mucho dinero solo al mantenimiento de los edificios que ya tenemos, que en muchos casos están muy envejecidos. Aún así, también es cierto que se van haciendo cosas. Hemos levantado dos nuevos edificios de investigación y tenemos en perspectiva otro nuevo centro dedicado a investigaciones agroalimentarias.

¿Qué hacemos con el Hospital Militar?

El Hospital Militar es una auténtica maravilla. Es una cesión de la Junta que se puede convertir en un centro de convivencia universitaria que permita además acercar la institución a la propia zona sur de la ciudad a través del parque de El Parral. En ese ámbito vamos a trabajar en la medida de nuestras posibilidades presupuestarias. Allí vamos a ubicar las facultades de Ciencias de la Salud y la de Humanidades y Comunicación y queremos darle vida universitaria.

¿Y con el Hospital de la Concepción?

Para hablar del Hospital de la Concepción hay que hablar de la etapa del anterior rector, cuyo equipo ha conseguido conservar un edificio de tanto interés histórico y artístico. Lo que no podemos hacer ahora, porque no tenemos financiación, es invertir el dinero que se necesitaría para empezar a darle uso. Ideas tenemos muchas. Hemos propuesto que se pueda convertir en el centro de dinamización cultural universitaria en el propio casco urbano de la ciudad, además de ubicar allí la casa del estudiante.

¿Comparte la solicitud elevada por Murillo a respecto de las nuevas titulaciones?

Nosotros vamos a seguir reclamando la implantación de titulaciones que tengan un interés social. Tenemos un estudio que demuestra que los estudiantes de nuestro distrito universitario se van a otras universidades porque la UBU no oferta ciertas titulaciones. En las primeras posiciones de ese listado siempre se encuentran titulaciones de Ciencias de la Salud, como Medicina y Farmacia. Pero no solo hay esas. También tenemos otras peticiones, como Nutrición y Dietética, Fisioterapia, Psicología… Por eso, vamos a seguir pidiendo a la Junta la creación de estas titulaciones y de todas aquellas que tengan demanda.

¿Ha hablado ya con el consejero?

Sí, por supuesto.

¿Y ya le ha puesto sobre la mesa todos estos temas?

Sí, ya se lo he adelantado, aunque todavía no ha habido reuniones formales para hablar del mapa de titulaciones que previsiblemente se anunciarán en las próximas semanas.

La Junta tiene una papeleta en este ámbito…

Sin duda. Todos queremos muchas cosas, pero el problema es el de siempre: la financiación. No hay dinero para todo.

¿Qué hacemos con las fiestas?

“Las fiestas deben estar organizadas por los propios estudiantes y responsabilizarse de ellas”

Las fiestas son una ocasión perfecta para impulsar el ambiente universitario, que es algo muy indefinido y difícil de explicar, pero que tienen muchas ciudades. Tenemos unas condiciones estupendas para potenciar ese ambiente. Entendemos que las fiestas deben estar organizadas por los propios estudiantes y responsabilizarse de ellas. Nosotros no debemos intervenir, sino sólo apoyar. A partir de ahí, tenemos que tener siempre en cuenta una serie de cuestiones, como la seguridad o la limpieza. Creo que se pueden hacer fiestas más participativas, con mayor número de actividades culturales y de convivencia y menos consumo de alcohol, que es en lo que a menudo deriva este tipo de situaciones.

¿Estaría dispuesto a ceder instalaciones?

Los estudiantes piden espacios universitarios y nosotros nos hemos comprometido a facilitarlos, aunque nos hemos comprometido a buscar con ellos aquellos lugares más adecuados en los que se garanticen las condiciones de seguridad, evacuación, limpieza, salubridad, etcétera.