Ni la lluvia ni la final de Champions pueden con la Noche Blanca
Miles de personas toman las calles del centro de la ciudad para disfrutar de las más de 170 actividades programadas en la Noche Blanca
La Fiesta Holi, el espectáculo ‘Eterfeel’ y las proyecciones en la Catedral, principales focos de atracción
El frío y la intermitente lluvia deslucieron la cita, que aún así fue un éxito
Pequeñas trombas de agua intermitentes, frío y viento. Nada nuevo para los burgaleses, que una vez más han hecho de tripas corazón y han ocupado las calles de la ciudad durante varias horas ante la llamada de la Noche Blanca, una cita que con el paso del tiempo se ha consolidado como una de las grandes referencias culturales de la ciudad. Y eso con una final de Champions de por medio. Más de 170 actividades de todo tipo, museos abiertos, proyecciones, espectáculos callejeros, música e incluso polvos de colores volando a ritmo de sones del lejano oriente son motivo más que suficiente como para salir de casa. ¿O no?
La lluvia obligó a replantear algunas actividades vespertinas, pero al final, apenas modificó el programa
Cierto es que las inclemencias meteorológicas han deslucido este año la celebración de la Noche Blanca, pero el ambiente ha vuelto a ser fantástico. Tanto, que sólo se puede hablar de éxito, empezando por las actividades de primera hora de la tarde. Quizá, el ejemplo más paradigmático sea la Fiesta Holi, que una vez más ha reunido en la plaza de la Libertad a centenares de personas, la mayoría de ellos jóvenes, con ganas de bailar y mancharse con los polvos ‘gulal’. Una auténtica explosión de color que en su segunda edición se ha convertido ya en todo un clásico.
A esa misma hora comenzaban también numerosas actividades en diferentes puntos del centro de la ciudad, como el paseo Sierra de Atapuerca, el Solar del Cid, el Arco de San Martín, la Plaza de España o Capitanía, ocupados por agrupaciones folclóricas, pinchadiscos, acróbatas de circo, artesanos, actores, artistas callejeros, encajeras e incluso perros de la protectora.
Mientras tanto, los principales museos y espacios culturales de la ciudad abrían sus puertas de par en par para vivir una jornada mágica, una iniciativa a la que no sólo se han sumado el CAB, el MEH, el Museo de Burgos o el Monasterio de San Juan, sino también el Palacio de la Isla, el CENIEH, el Palacio de Castilfalé, el Fórum, el convento de Santa Teresa o el Seminario de San José. Básicamente, todos aquellos recintos que tienen algo que mostrar y que durante una jornada protagonizan colas interminables.
Espectáculos clave
Pero lo mejor estaba por llegar. O al menos lo más esperado por muchos. Pasadas las 22:30 horas, la compañía Aerial Jockey Strada dejaba a un lado la amenaza de lluvia y llevaba a escena el espectáculo aéreo ‘Eterfeel’, que reunía en la Plaza Mayor a centenares de personas.
A esa misma hora, otros puntos clave del centro histórico, como la Catedral, se sumaban a la fiesta con sus particulares propuestas culturales. Y todo ello complementado con música electrónica, narraciones extraordinarias, performances varias e incluso una observación astronómica. Sin duda, muchas propuestas y poco tiempo para disfrutarlas.