El Colacho huye de Cristo saltando sobre un centenar de bebés

Esta histórica tradición del salto sobre los bebés nacidos en el último año está cercana a cumplir 400 años de celebración ininterrumpida

La expectación de El Colacho traspasa fronteras y medios internacionales se hacen eco de una fiesta que puja por ser declarada de Interés nacional

El Colacho huye de Cristo saltando sobre un centenar de bebés El Colacho en su huida saltando sobre los bebés. BC

Alrededor de un centenar de bebés desafiaron hoy, en la localidad burgalesa de Castrillo de Murcia, los saltos del Colacho, manteniendo una tradición que pronto cumplirá 400 años y que lleva celebrándose de manera ininterrumpida en la población castellano y leonesa desde 1621. Ni la lluvia, que cayó con fuerza una hora antes de la procesión y que a punto estuvo de aplazar la misma, pudo con una fiesta única en el mundo.

Tumbados sobre los colchones, ajenos a la mirada de los miles de visitantes que abarrotaron las calles del municipio y del foco, cada vez más internacional, de los medios de comunicación presentes, los niños cumplieron con una tradición que representa el triunfo del bien (Santísimo Sacramento) sobre el mal (diablo o Colacho). En esta ocasión,
el Colacho oficial fue Adolfo Ortega acompañado del entrante, Borja Antolín, mientras que el Atabalero fue encarnado por Roberto Martínez.

El arzobispo de Burgos, Fidel Herráez bendice a los bebés. BC

El arzobispo de Burgos, Fidel Herráez bendice a los bebés. BC

Las calles de Castrillo se quedaron pequeñas un año más ante la expectación que despierta una fiesta, declarada de Interés Turístico Regional, y que “reclama ser de Interés Turístico Nacional” “por ser única en el mundo y llevar celebrándose desde hace cuatro siglos de manera ininterrumpida”, recordó la alcaldesa del municipio, Marianela Manrique, que agradeció que el arzobispo de Burgos, Fidel Herráez, participara este año en las celebraciones.

Más de un millar de personas se congregaron en la plaza del Ayuntamiento y en las calles principales, para contemplar una escena que se lleva repitiendo en este pequeño municipio de 275 habitantes desde 1621: la lucha entre el demonio y Cristo. “Ni la lluvia ni otros acontecimientos han hecho que la procesión no se celebre. Solo en el siglo XVIII, una fuerte tormenta provocó su aplazamiento para el día de Santiago Apóstol”, reconoció uno de los cofrades.

Siguiendo con una tradición que ni la mismísima Inquisición pudo prohibir, como demuestra la bula Papal otorgada a Castrillo por el Papa Paulo V en el siglo XVII, el Colacho se echó a las calles para dar forma a una fiesta que aúna elementos teatrales y religiosos. En la misma, los protagonistas fueron los bebés nacidos en el último año que fueron saltados por Ortega que este año “vivió la emoción” de saltar a su hija pequeña.

Saltos de huída

Expectación de medios internacionales para presenciar la vistosidad de la fiesta. BC

Expectación de medios internacionales para presenciar la vistosidad de la fiesta. BC

Los saltos de El Colacho recrean la huída del diablo ante la presencia de Cristo en la Eucaristía. En el trayecto se elevan desde hace siglos sobre los colchones en los que están colocados los bebés para liberar a éstos de los malos espíritus, y concretamente, del mal de hernia que durante el Medievo se asoció a Belcebú.

Una estampa que congrega año tras año a medios internacionales llegados desde rincones tan lejanos como Corea del Sur. En esta edición, los responsables del festejo han participado en un reportaje que emitirá el prestigio canal británico ‘Channel 4’, además de contar con la presencia de un equipo de televisión de la BBC, además de agencias como Associated Press y Reuters. Las imágenes captadas esta tarde darán, con toda probabilidad, la vuelta al mundo poniendo de relieve lo que sostienen los vecinos del pueblo que la suya es una fiesta “única”.