Servigest tendría que triplicar su presupuesto para ascender
Al presupuesto actual de 50.000 euros habría que sumar 150.000 más para hacer un proyecto competitivo en División de Honor
El club se debate entre mantener la filosofía de potenciar a jugadores burgaleses o dar el salto a una liga mucho más profesionalizada
El ascenso deportivo del Servigest vuelve a poner a un equipo burgalés en la diatriba sobre si asumir las duras exigencias económicas para competir en la máxima categoría o, por contra, mantener a salvo al club y no arriesgar más de lo que se tiene. En ese punto se encuentra el CD El Cid Servigest. El baloncesto adaptado burgalés consiguió el ascenso a División de Honor el pasado fin de semana y ahora necesita multiplicar por tres su presupuesto para competir con garantías. Esto se traduce en pasar de los 50.000 euros actuales a cerca de 200.000, una cifra realmente importante para un deporte minoritario.
Así las cosas, Carlos Paulino Alonso, responsable deportivo, habla claro sobre los pros y contras que puede conllevar ascender oficialmente a División de Honor. En primer lugar, se rompería la progresión de un equipo formado con jugadores de Burgos. “En División de Honor no tendrían la más mínima oportunidad”, adelanta Alonso. Y es que la máxima categoría del baloncesto adaptado se ha profesionalizado mucho. “Es como si el Burgos CF jugase el próximo año en Primera”, explica el dirigente.
Además, económicamente supone poner en riesgo la supervivencia del club porque, aunque tienen muchos pequeños patrocinadores, costaría mucho alcanzar los cerca de 200.000 euros necesarios para plantar cara a los equipos de máxima categoría. Es evidente de que el Ayuntamiento aportará una mayor subvención al club, que este año recibió unos 6.500 euros, de los cuales, 1.600 se han destinado al pago del alquiler de las pistas municipales.
El mejor escenario
Esta oportunidad deportiva ha llevado a la conclusión de que la solución ideal para el Servigest es contar con dos equipos, uno en División Honor formado por no más de siete jugadores profesionales, y otro en División de Honor B en el que la gente de la casa pueda seguir progresando y ayudando al conjunto de referencia.
Sin embargo, este modelo es una utopía difícilmente realizable por el CD El Cid porque, una vez más, el factor económico limita las capacidades de crecimiento de un equipo que se ha ganado en la cancha estar entre los mejores de España.