El Ayuntamiento hará todo lo posible para tener un circuito de motocross
El alcalde se ha mostrado decidido a construir el trazado en Villalonquéjar IV porque “Burgos tiene que tener un circuito de motocross”
La reducción del IBI, principal obstáculo para el Real Moto Club Burgalés, sería ilegal, pero no otras fórmulas de reducir los gastos del club
“Burgos tiene que tener un circuito de motocross”, así de claro ha sido el alcalde de la ciudad, Javier Lacalle, cuando se ha referido, esta mañana, a la situación de bloqueo en la que se encuentra el proyecto de construcción de un nuevo circuito de motocross en Villalonquéjar IV. Y es que la clausura del histórico trazado de San Isidro ha dejado a los amantes de las dos ruedas huérfanos de espacios hábiles para esta práctica deportiva.
Lacalle: “Estamos dispuestos, si hace falta, a mejorar las condiciones que se establecieron”
Para el alcalde, las negociaciones entre el Real Moto Club Burgalés, entidad que, presumiblemente se encargará de la gestión del nuevo circuito, y el propio Ayuntamiento, tienen que tener “un punto de encuentro sin ningún problema”. En este sentido, Lacalle está convencido de que el Consistorio ha puesto todos los medios necesarios para llevar a buen término este acuerdo. Sin embargo, el Real Moto Club Burgalés no está en disposición de asumir los gastos de IBI y canon, por lo que el alcalde está dispuesto a, si hace falta, “mejorar las condiciones que se establecieron”.
Parece que todo apunta a que el canon, establecido en una cuota mensual de cien euros, durante los quince años de la concesión, podría rebajarse, así como otorgarse otras facilidades que hagan asumibles las condiciones económicas a las que tendría que hacer frente el Real Moto Club Burgalés. En este sentido, Lacalle ha asegurado que están dispuestos a, si hace falta, “mejorar las condiciones que se establecieron”. En cualquier caso, la cuota del IBI no se puede modificar y siempre debe ser asumida por el arrendatario o concesionario del espacio.
Haciendo un ejercicio de memoria, el proyecto del circuito no podrá ser de menos de 1.100 metros de longitud ni tener menos de 6 metros de anchura en su parte más estrecha. Tampoco podrá tener rectas de más de 100 metros, menos de seis saltos ni saltos dobles o triples, considerados peligrosos. Todo ello planteado para que la velocidad máxima no supere en ningún momento los 55 kilómetros por hora. Además, la instalación deberá contar con espacios específicos para talleres, padock y aparcamiento y cumplir una serie de parámetros de accesibilidad y seguridad.