El colegio ‘Niño Jesús’ tendrá solo protección ambiental pero aplicada a los tres edificios

Los técnicos desaconsejan una protección estructural ante las deficiencias técnicas y estructurales detectadas

La modificación puntual del PGOU volverá a catalogar como edificio protegido el pabellón, impidiendo su demolición

Se autorizará levantar un nuevo elemento para conectar los tres edificios de una manera más segura y accesible

Las múltiples reformas interiores acometidas, la presencia de deficiencias estructurales y técnicas e, incluso, problemas de accesibilidad y elementos que chocan frontalmente con las nuevas normativas en materia de construcción impiden que el antiguo colegio ‘Niño Jesús’ pueda gozar de una protección estructural. Sin embargo, el valor de algunas de sus fachadas y los diseños constructivos que sí se conservan le hacen merecedor de una protección ambiental, y no sólo para los dos edificios principales, sino también para el pabellón deportivo.

Así lo recoge la propuesta modificación puntual del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) elaborada por los técnicos municipales, que se examinará el próximo marte en el Consejo de la Gerencia de Fomento. Los técnicos desaconsejan recuperar la protección estructural, de la que gozaba el inmueble antes de aprobarse el nuevo PGOU, porque la compartimentación interna no cumple en todos los casos las normativas de construcción actuales, ha explicado la concejal de Fomento, Ana Bernabé.

Los pasillos que conectan los tres edificios son demasiado estrechos para cumplir con la normativa

Lo más destacado son los pasillos que conectan los tres edificios, muy estrechos, tanto que ahora sería imposible autorizar una construcción de esas características. Por ese motivo, los técnicos han planteado también una solución alternativa para mantener la unión de los tres edificios, que pasaría por la construcción de una nueva estructura, a modo de edificio central, que los conectase. Se trata de un nuevo elemento que “mejoraría la accesibilidad” y haría viable el uso unitario del inmueble.

La estrechez de los pasillos no es la única deficiencia detectada por los técnicos, que giraron vista en cuanto saltó la polémica. Tras examinar minuciosamente el estado en el que se encuentran los edificios, los técnicos detectaron importantes cambios en el diseño original de los mismos, prácticamente inexistente en el interior, además de problemas, por ejemplo, en las cubiertas. Bernabé ha recordado que cuentan con una pendiente inadecuada, así que los técnicos permitirán su modificación para “dar más estabilidad a la cubierta”.

Y por lo que respecta a las fachadas, todas ellas disponen de elementos a proteger. Un ejemplo, la trasera del pabellón es un simple ladrillo caravista. Por todo ello, los técnicos han optado por la protección ambiental, como se recogía en el PGOU, aunque incorporando en la misma el tercero de los edificios, que había quedado descatalogado. Esto frustra el proyecto de la congregación religiosa de levantar un bloque de ocho pisos en su lugar, dado que al recuperar parte de su antigua protección no se podrá demoler.

Uso residencial

El inmueble podrá tener un usos residencial y terciario, además de educativo

Así que cualquier proyecto que se plantee debe respetar las fachadas y algunos elementos estructurales que expresamente se protegerán, pero con posibilidad de modificar interiores y cubiertas.  Además, la propuesta de uso que plantean los técnicos se centra fundamentalmente en un uso residencial, ya sean viviendas u hostelería. También un uso terciario comercial y, cómo no, el educativo que venía disfrutando hasta ahora. “Hay que posibilitar los usos todo lo que se pueda”, ha reconocido Bernabé, sin más restricciones que las que imponga en PGOU.

En el Consejo de la Gerencia de Fomento se debe dar el visto bueno a la propuesta de modificación del Plan General y, con el dictamen que salga de la reunión del martes, se aprobará de manera inicial ese cambio puntual. La propuesta ya ha sido comunicada a la congregación religiosa, que la analizará para ver cómo encaja en sus proyectos constructivos y, lo más importante, en qué medida les perjudica. A partir de ahí, quedará en sus manos la solicitud de algún tipo de indemnización al Ayuntamiento.