El complejo de la Diputación de Fuentes Blancas renovará su red de calor
La Diputación de Burgos y la Junta de Castilla y León firman un convenio para renovar la red de calor del complejo de Fuentes Blancas
Se instalará un sistema basado en la biomasa y se reducirán tanto los costes de funcionamiento como las emisiones de CO2 a la atmósfera
El complejo asistencial que la Diputación de Burgos gestiona en Fuentes Blancas recibirá en los próximos meses una inversión de 825.000 euros destinados a la instalación de una nueva red de calor que permita generar ahorros económicos y medioambientales. El presidente de la Institución Provincial, César Rico, y el consejero de Fomento y Medio Ambiente de la Junta, Juan Carlos Suárez-Quiñones, han firmado esta mañana un convenio de colaboración mediante el que se pretende acometer una reforma integral del sistema de calefacción y agua caliente de todo el complejo asistencial, formado por la residencia de ancianos (dividida entre válidos y asistidos) y el colegio público.
Con el nuevo sistema se prevé reducir la emisión de 590 toneladas de CO2 al año
El objetivo básico de la iniciativa pasa por instalar una red de calor basada en la biomasa, una tecnología que permitirá reducir la factura energética y las emisiones de CO2 a la atmósfera. Según los cálculos realizados en el proyecto, la nueva red tendrá una producción de 3,2 millones de kilowatios térmicos por año. Para alcanzar esa producción, se ha previsto incinerar un total de 1.400 toneladas de biomasa al año, procedente de los montes burgaleses, lo que permitirá reducir la emisión de 590 toneladas de CO2.
La caldera central, que tendrá una potencia de 1.650 kilowatios térmicos, se ubicará en un edificio independiente de casi 300 metros cuadrados y desde allí se desplegará una nueva red de tuberías y canalizaciones de 1.620 metros de longitud. Adicionalmente, en la sala se ubicará un enorme depósito de 30.000 litros de agua, que se complementará con el resto de equipos.
En total, la instalación de esta red supondrá una inversión de 825.000 euros, que será sufragados íntegramente por la Sociedad Pública de Infraestructuras y Medio Ambiente de Castilla y León (Smacyl). A partir de ahí, la Diputación pagará anualmente la factura por el consumo, que al ser menor, permitirá, no sólo amortizar la propia instalación, sino que también permitirá ahorrar un 5 por ciento del coste del servicio desde el primer año. Cuando acabe el contrato dentro de 15 años, el sistema pasará a ser responsabilidad de la propia Diputación.
Aprovechamientos
Según ha destacado Suárez-Quiñones, se trata de una actuación “importante” por varios motivos. No en vano, además de reducir la huella medioambiental y la factura, este proyecto supone a mayores un apoyo a un sector productivo clave para Castilla y León, como es la biomasa, un ámbito en el que Burgos además es referente. “Se cierra el círculo de vida de los recursos y la eficiencia energética”, ya que las astillas de la biomasa se sacan de la necesaria limpieza de montes.