28-35. El Granollers se pasea en el Príncipe de Asturias

El Granollers vence con comodidad al Villa de Aranda en el Principe de Asturias tras un primer tiempo demoledor de los de Viver

El Villa de Aranda intentó reaccionar en la segunda mitad, pero fue imposible

El Villa de Aranda pierde una ocasión de oro. Y lo hace, además, dejando una imagen muy pobre ante su público. El conjunto ribereño cedió hoy la segunda derrota de la temporada en su pista frente a un Granollers al que le bastó mantener la inercia ganadora de las últimas semanas para llevarse con claridad el duelo. Un horrible primer tiempo condenó a los de Cuétara, que se vieron totalmente superados por los vallesanos en todas las facetas del juego a pesar de la meritoria pero infructuosa reacción protagonizada en los primeros compases del segundo tiempo.

Ficha Técnica

28 – Villa de Aranda (11-17): Rangel Luan (p), Javi Muñoz (11, 3p), ‘Bicho’ (2), Moreira (1), Oswaldo (1), Nantes (5), Padilla (1) -siete inicial-; Santana (p), Canyigueral (1), Peciña (3), Part (2), Moyano (1), Revin (-), Cakic (-). 

35 – Fraikin Granollers (22-13): Almeida (p), Marc García (1), Ferrer (-), Arnau García (6), Figueras (12), Solé (3), Resina (2) -siete inicial-; Sastre (p), Teixeira (-), Porras (-), Blanxart (-), Adriá Pérez (2), Cañellas (4), Puig (-), Márquez (5). 

Parciales: 1-6, 3-9, 4-11, 7-16, 9-20, 11-22 (descanso); 14-23, 17-24, 20-27, 23-29, 26-32, 28-32 (final del partido). 

Árbitros: Fernández Fernández (Asturias) y Martín Franco (Castilla y León). Excluyeron por dos minutos a Peciña, Part, Oswaldo y Javi Muñoz por el Villa de Aranda y a Arnau García por el Granollers. 

Incidencias: Partido correspondiente a la vigésimo sexta jornada de la Liga Asobal disputado en el pabellón Príncipe de Asturias ante unos 1.200 espectadores.

Piensen en el guión perfecto para un partido de balonmano. Seguridad defensiva, efectividad del 50 por ciento en la portería, acierto demoledor en el ataque estático, buenos contragolpes y un rival timorato. Buenas perspectivas, ¿verdad? Pues ese es el escenario que se encontró el Granollers en el Príncipe de Asturias en el primer tiempo. Tanto tardó el Villa de Aranda en comparecer ante su rival que éste no pudo hacer más que aprovechar la situación. Y de qué manera, por cierto.

Un inicio demoledor de los vallesanos sirvió para dejar claro de qué iba a ir hoy la película. Tres pérdidas consecutivas del Villa de Aranda en ataque y tres goles inapelables del Granollers. A partir de ahí, poco más que contar. Y es que, los hombres de Viver fueron superiores a los ribereños en todos los aspectos, incluida la fortuna, que no acompañó en ningún momento al Villa de Aranda, lastrado por los lanzamientos al palo y varias paradas casi inverosímiles.

Figueres encontró rápido una auténtica autopista en el pivote y aprovechó la tibieza defensiva del primer tiempo para hacer sangre. Los goles caían como losas ante un Villa de Aranda incapaz de reaccionar, ni en el estático ni cuando corría a la contra. La defensa del Granollers fue un muro y obligó a los hombres de Cuétara a forzar muchos lanzamientos, que en la mayoría de las casos se estrellaron en Almeida, que acabó la primera parte con una efectividad de casi el 50 por ciento en la portería.

En ese escenario, poco tardó el Granollers en abrir una vía de agua en la línea de flotación ribereña, alcanzando una ventaja que llegó a ser casi escandalosa en los últimos compases (9-21) y que se redujo de manera prácticamente testimonial a la conclusión del primer tiempo (11-22).

Con once goles de diferencia al descanso, cualquier reacción se antojaba una mera ilusión, pero la grada, que llegó a pitar a los suyos, no perdió la fe. A ello ayudó sin duda la salida en tromba de los de Cuétara, que regresaron al sintético con una marcha más y la sensación de ser capaces, al menos, de hacer sudar al conjunto catalán. Fruto de esa intensidad, y gracias a la evidente mejoría defensiva planteada por el Villa de Aranda, la diferencia fue reduciéndose poco a poco hasta quedarse en 5 goles mediado el segundo tiempo (19-24).

El conjunto arandino acababa de meterle un parcial de 8-3 al Granollers y la grada estaba en plena efervescencia. Parecía prácticamente imposible, pero la reacción estaba llegando. Sin embargo, todo acabó quedando en un sueño. Viver llamó a capítulo a los suyos y reajustaba un par de piezas para liberarse de los cambios defensivos implementados por Cuétara y sus chicos sellaban un parcial de 0-2 que dejaba el partido visto para sentencia.

Al final, el postrero arreón ribereño no fue suficiente y el Villa de Aranda acabó firmando la segunda derrota de la temporada en su pista, perdiendo además una oportunidad de oro para poner pie y medio en Europa la temporada que viene después del tropiezo del Cangas. Dentro de una semana, los de Cuétara visitarán Logroño para medirse al Naturhouse e intentar recuperar otra vez su mejor versión. Difícil misión.