Manso confía en iniciar tras el verano el centro de investigación de Campofrío
El Ayuntamiento todavía no ha dado luz verde al estudio destalle que modifica el uso de la parcela municipal de Bakimet
Servicios Sociales tiene pendiente un informe que acredite que el terreno ya no se requiere para construir el albergue
El vicerrector de Infraestructuras asegura que van en plazo y espera que el centro pueda estar operativo en septiembre de 2017
Inicialmente se había hablado del mes de agosto, pero tocará esperar a septiembre para ver los primeros trabajos del Centro de Investigación en Industrias Agroalimentarias (CENIAGRA), un proyecto conjunto de la Universidad de Burgos y Campofrío. El estudio detalle, presentado por la UBU para cambiar el uso de la parcela municipal de Bakimet cedida para ocasión, todavía no ha recibido el visto bueno del Ayuntamiento, a la espera de un último informe, el que tiene que emitir la Gerencia de Servicios Sociales.
Una vez aprobado el estudio detalle, la UBU presentará los proyectos básico y de ejecución
La concejal de Licencias, Ana Bernabé, ha recordado que este área municipal debe certificar que el terreno ya no se requiere para construir en albergue municipal, como se recoge en el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU), puesto que la dotación se está desarrollando en las antiguas instalaciones del Hotel Miranda. Y una vez se reciba, con el resto de informes favorables, el Pleno del Ayuntamiento podrá aprobar de manera definitiva ese estudio detalle, con el correspondiente modificado de uso en el PGOU.
Superado ese trámite, lo que se espera que ocurra a lo largo de este mes de mayo, la Universidad de Burgos tendrá que presentar el proyecto básico y de ejecución del centro de investigación. Se construirá sobre una parcela de 6.000 metros cuadrados, ubicada en la zona próxima al CIBA (Centro de Investigación de Biotecnología Alimentaria), si bien es cierto que se deberá tener en cuenta el arbolado existente, y que debe de conservarse, por lo que solo se podrá utilizar un 50 por ciento del terreno.
Sin prisa
Desde la UBU, el vicerrector de Infraestructuras, Juan Manuel Manso, asegura que “vamos bien de tiempo” y que no están preocupados por los plazos, si bien es cierto que espera que estos “no se desvíen”. El Ayuntamiento “está haciendo un gran esfuerzo” y la aprobación del estudio detalle va al ritmo previsto. El objetivo último de la institución académica es poder poner en marcha el centro de investigación para septiembre de 2017, y Manso cree que “se puede llegar”.
La obra civil llevará un máximo de 10 meses, a los que se suman tres más para equipar el centro
Si se presentan los proyectos básico y de ejecución en mayo, la adjudicación de la obra podría realizarse en septiembre. A partir de ese momento, Manso calcula entre nueve y diez meses de obra civil, de la que se encargará la universidad, lo que nos llevaría hasta julio del próximo año. Otros dos o tres meses para equipamiento, responsabilidad de Campofrío, y nos ponemos en septiembre, calcula el vicerrector de Infraestructuras. Aún así, sin prisa, insiste.
El Centro de Investigación en Industrias Agroalimentarias (CENIAGRA) es un proyecto que nace de la colaboración abierta tras el incendio de La Bureba. Los investigadores de la cárnica han estado utilizando los laboratorios universitarios, y de ahí surgió la idea de crear un centro de investigación agroalimentaria, que será un referente internacional de Campofrío. La obra civil tendrá un coste de 3 millones de euros (la UBU ha reservado en su presupuesto 1,2 para 2016), y del equipamiento se encargará la multinacional.