Viernes Negro pregunta por el “edificio fantasma” del Centro Tomás Pascual
El movimiento de empleados públicos de la Junta denuncia un nuevo “despilfarro” de dinero público en Aranda de Duero
El Centro Tecnológico Agroalimentario se ha quedado a medias y el único edificio construido está vacío y sin uso a la vista
La Junta invirtió 1,8 millones de euros y ahora alega que ya no es necesario una instalación de estas características
El Centro Tecnológico Agroalimentario Tomás Pascual protagoniza una nueva denuncia del movimiento Viernes Negro, conformado por empleados públicos de la Junta de Castilla y León. El colectivo ha registrado un documento, dirigido al presidente Juan Vicente Herrera, en el que le preguntan por este “edificio fantasma”, en el que la Consejería de Agricultura y Ganadería invirtió 1,8 millones de euros, pero que se encuentra “vacío” de contenido”. Completamente sin uso, recuerdan desde Viernes Negro.
El proyecto original incluía cinco pabellones y suponía una inversión de 12,3 millones de euros
La instalación se vendió como un centro de referencia en investigación y desarrollo agroalimentario. La Asociación de Empresarios de Aranda y La Ribera (ASEMAR) presentó en 2009 el proyecto ante la consejera de Agricultura y Ganadería, Silvia Clemente. Se planteaba la construcción un centro de investigación científica en agroalimentación con cinco pabellones y una extensión de 10.000 metros cuadrados, explica el movimiento. Iba a generar alrededor de 100 puestos de trabajo y requeriría de una inversión de 12,3 millones de euros (8 en equipamiento y plantilla).
La Junta hizo suyo el proyecto y sacó a concurso la ejecución del primero de los pabellones, de la mano del Instituto Tecnológico Agrario de Castilla y León. La obra se adjudicó en 2010 a Ceinsa Contrata e Ingeniería por 1,8 millones de euros. El pabellón se acabó de construir en 2012 y, sin embargo, sigue vacío. Ni se le ha dotado de equipamiento, ni tampoco de contenido, dado que el Gobierno Autonómico ha abandonado el proyecto de centro de investigación en agroalimentación, insisten desde Viernes Negro.
Alternativas sin concretar
De hecho, las múltiples reuniones mantenidas entre la Junta, el Ayuntamiento de Aranda de Duero y ASEMAR aún no han fructificado en un acuerdo de uso de las instalaciones. Desde el Gobierno Autonómico insisten en que Castilla y León no requiere de ningún otro centro de investigación con las características del Centro Tomás Pascual, que se bautizó con ese nombre en homenaje al fundador del Grupo Pascual. Y en el Ayuntamiento no están dispuestos a asumir las instalaciones si antes no se sabe a qué se van a destinar.
Junta, Ayuntamiento y ASEMAR no consiguen cerrar un acuerdo para dotar al centro de contenido
Se han barajado múltiples alternativas, desde acoger la sede de la Indicación Geográfica Protegida del Lechazo de Castilla y León (trasladada a Zamora) hasta convertirlo en un vivero de empresas agroalimentarias. Lo único claro es que tendrá que destinarse a un uso agroalimentario, al menos durante los primeros cinco años, dado que financió con fondos europeos vinculados a ese concepto. Por todo ello, el Movimiento Viernes Negro ha decidido preguntar al presidente Herrera por este proyecto.
Quieren saber por qué se aceptó la iniciativa presentada por ASEMAR, pero también por qué se ha acabado abandonando. Reclaman que se les facilite el estudio de viabilidad económica, que consideran que debería haber acompañado al proyecto, y preguntan si se han “depurado” responsabilidades por la gestión de este caso. Igualmente, Viernes Negro pide que se hagan públicas las negociaciones que la Junta mantiene con entidades privadas, como las que llevaron a aceptar el proyecto de ASEMAR.