El reciclaje textil toma fuerza de la mano de Arropa, empresa de inserción de Cáritas
La iniciativa ha inaugurado esta semana nueva ubicación en Miranda y un establecimiento en Laín Calvo
Buscan acercarse a los ciudadanos y, en el caso de la capital, poner a prueba el proyecto en pleno centro
Arropa Burgos nació en 2013 y el pasado año recogió más de 650 tonelada de ropa para su reciclaje
Autoridades y colectivos sociales asistieron a la inauguración de Miranda. BC
Se trata de un proyecto de economía social. Se apuesta por al reciclaje textil frente a un consumismo atroz, que valga la redundancia nos consume. Se ofrece una alternativa laboral a personas en situación de riesgo de exclusión social. Todo eso y mucho más es Arropa Burgos, la empresa de inserción social de Cáritas Burgos que da trabajo a una treintena de burgaleses, y que además en está en pleno proceso de crecimiento. Nuevas tiendas, nuevas ubicaciones y nuevos contenedores de recogida.
Arropa Burgos inauguraba el pasado jueves la nueva ubicación de su tienda en Miranda de Ebro, localizada en la calle Condado de Treviño, pero también ponía en marcha una iniciativa piloto en pleno centro de la capital burgalesa, en la calle Laín Calvo. Lorena Rico, coordinadora del proyecto de Miranda, explica que el traslado busca dar un impulso al proyecto, para acercar el consumo de ropa recuperada a los mirandeses, más allá de mejorar las propias instalaciones de las que se disponía en la capital del Ebro.
El programa da empleo a una treintena de personas, muchas en riesgo de exclusión social
Mientras, la apertura del nuevo establecimiento en Laín Calvo se marca otro objetivo: ver cómo funciona esta iniciativa, con origen en los “antiguos roperos” y marcada por los prejuicios, en una zona céntrica de la ciudad. Así lo explica Raquel Sáiz, la gerente de Embico, la empresa que aglutina los proyectos de economía social de Cáritas (Arroba y El Gusto de Servirle). En total, Arropa Burgos cuenta con dos tiendas en la capital, una en Miranda y otra en Aranda de Duero, que dan empleo a unas 30 personas, muchas de ellas en riesgo de exclusión social.
Desde Arropa Burgos recuerdan que el reciclado textil es un sector en crecimiento y prueba de ello es que la iniciativa recogió el pasado año más de 650 toneladas de ropa, alrededor de un 30 por ciento más que en 2014. La ropa donada por ciudadanos, colectivo o establecimientos se transforma para obtener un rendimiento económico. En este caso, el rendimiento “va orientado a la creación de puestos de trabajo de integración social y a la sostenibilidad del proyecto”. Vamos, que aquí nadie se va a hacer rico.