Las últimas lluvias incrementan el caudal de los ríos, pero no plantean alertas

Las lluvias y el incremento de temperatura registrados en los últimos días han incrementado sensiblemente el caudal de los ríos, pero no se prevén crecidas

La situación más complicada se ha registrado en la cuenca del Arlanza, pero en ningún momento se ha activado alarma alguna

Las últimas lluvias incrementan el caudal de los ríos, pero no plantean alertas El Arlanzón se ha salido de su cauce habitual a su paso por la capital. GIT

Las intensas lluvias registradas en buena parte de la provincia en las últimas jornadas, sumadas al incremento de las temperaturas, han acelerado el habitual proceso de deshielo, provocando un significativo incremento de los caudales de los ríos, sobre todo de los vinculados a la cuenca hidrográfica del Duero. Sin embargo, y a pesar de la imagen que presentan ahora mismo muchos de los cauces, ninguna de las confederaciones hidrográficas ha emitido alerta alguna.

El Arlanza ha superado los 100 metros cúbicos a su paso por Lerma

Quizá, la zona más comprometida por la crecida fluvial vuelve a ser la cuenca del Arlanza, cuyo caudal ha ido creciendo de manera paulatina durante las últimas jornadas hasta alcanzar picos de más de dos metros de altura y 100 metros cúbicos por segundo a su paso por Lerma, una situación que por un momento hizo temer la repetición de los episodios de inundaciones vividos hace escasas semanas en la comarca. No obstante, la situación ha ido poco a poco estabilizándose y el pico de la crecida ya ha alcanzado Peral de Arlanza y la zona palentina.

Similar situación se vive en los principales cauces del resto de la cuenca hidrográfica del Duero. El Arlanzón y el Vena, por ejemplo, presentan estos días una imagen muy diferente a la habitual, desaguando un caudal muy superior al de hace apenas unos días. De hecho, el Arlanzón ha llegado a alcanzar una altura de casi dos metros y un caudal de 50 metros cúbicos por segundo a su paso por la capital provincial.

También en el norte se está registrando un incremento significativo de los caudales de diferentes ríos. Por ejemplo, el Ebro ya supera los dos metros de altura y los 180 metros cúbicos por segundo a su paso por Miranda, mientras que aguas arriba, ríos como el Trueba o el Nela bajan más tranquilos y ya parecen haber pasado, en todo caso, sus picos máximos.

Agua embalsada

Con todo, la consecuencia más positiva de las lluvias de los últimos días (que podrían prolongarse algunas jornadas más) es la situación de los pantanos. El de Arlanzón se encuentra ahora mismo al máximo de su capacidad y, de hecho, lleva desaguando parte de lo almacenado varias jornadas. El de Úzquiza, por su parte, se encuentra al 83,32 por ciento, es decir, un par de puntos más que el año pasado a estas alturas.