El Congreso exige el “cierre definitivo” de Garoña, con la oposición del PP

La Comisión de Industria ha respaldado una proposición no de ley presentada por Podemos-Equo

Incluye un programa de desmantelamiento y un plan de reactivación económica para la zona

“Cierre definitivo”, creación de una comisión de desmantelamiento y elaboración de un plan de reactivación económica para la zona de influencia son los tres puntos de la proposición no de ley respaldada ayer por la Comisión de Industria del Congreso de los Diputados. La iniciativa partía de Podemos-Equo y salía adelante con el apoyo de PSOE, Ciudadanos, Democracia y Libertad, PNV y EH Bildu, frente a la oposición del Partido Popular, única formación que ha rechazado la petición de cierre definitivo para la Central Nuclear de Santa María de Garoña.

Después de la polémica suscitada esta semana por una supuestas declaraciones del presidente de Iberdrola, José Ignacio Sánchez Galán, en las que aseguraba que la eléctrica apostaba por el cierre de la nuclear burgalesa, el Congreso de los Diputados reclama al Gobierno en funciones del Partido Popular que no reabra Garoña y proceda a establecer un calendario de desmantelamiento, en condiciones de seguridad y bajo la supervisión del Consejo de Seguridad Nuclear (CSN).

Igualmente, la propuesta de Podemos-Equo respaldada por casi la totalidad de las formaciones representadas en la Comisión de Industria plantea la necesaria creación de un plan de reactivación económica para la zona de influencia de la central, basado eso sí en actividades “sostenibles, limpias y seguras”. Desde Podemos-Equo, Juantxo López de Uralde ha insistido en que la propuesta promueve un pacto para un nuevo modelo energético basadado en las renovables, en confluencia con diferentes fuerzas políticas.

Y es que es esta no es la primera ocasión en la que se produce un pacto parlamentario por el cierre de Garoña, dado que en diciembre de 2014 PSOE, Izquierda Plural (IU-ICV-CHA), PNV, ERC, Coalición Canaria-Nueva Canarias, Amaiur, BNG, Geroa Bai y el propio Equo se comprometieron a clausurar la planta burgalesa en cuanto cambiase la mayoría parlamentaria. Con ese cambio en marcha, la exigencia se traspasa ahora al Gobierno en funciones del Partido Popular, formación que apuesta por mantenerla operativa, a la espera de que

Innecesaria

López de Uralde ha insistido en que Garoña es “prescindible”, como lo demuestra el hecho de que en el tiempo que lleva parada no se ha producido ningún problema de abastecimiento energético. Una opinión que comparten en el PNV, donde Pedro Azpiazu ha recordado que la nuclear “está obsoleta”, recordando que el PP del País Vasco también apuesta por su cierre. Desde el PSOE, Esther Peña ha abogado por las energías sostenibles, y en Ciudadanos han insistido en que tampoco son partidarios de prolongar la vida útil de las centrales.

Por su parte, el diputado “popular” Juan Bravo ha reconocido que es necesario un pacto de Estado sobre energía, que a ello está abierto el Partido Popular, rechazando reducir el debate a Garoña sí, Garoña no. Bravo se ha preguntado cómo se suplirán los aportes energéticos de las nucleares cuando se cierren todas las plantas, así como los beneficios económicos que la zona de influencia obtiene, o la pérdida de puestos de trabajo directos e indirectos. Ha recordado que el impacto económico de Garoña asciende a los 270 millones de euros.