La floración en Las Caderechas, a punto de caramelo
El valle se teñirá de blanco los fines de semana del 16 y 17 y del 23 y 24, comenzando por la zona más baja
La floración es el momento “clave” para la cereza, así que se temen las heladas y se piden días soleados
La cooperativa va a buen ritmo, con contratos firmados en Madrid para la venta de manzanas
Ya queda menos para disfrutar de este hermoso paisaje. BC
Si las condiciones meteorológicas no hacen de las suyas, Las Caderechas esperan la floración de sus cerezos para mediados de mes. A partir de la próxima semana el valle comenzará a teñirse de blanco, primero en las zonas bajas, como en Salas de Bureba o Cantabrana, y luego en las altas. Entre dos y tres semanas se podrán disfrutar de este espectáculo, al que contribuyen los alrededor de 50.000 cerezos que existen en la zona, entre los propios de la Marca de Garantía y aquellos que se siguen cultivando en fincas pequeñas tradicionales.
José Ignacio Velasco, el director técnico de la Marca de Garantía, recuerda que las relativamente buenas temperaturas de principios de año hicieron temer un adelanto de la floración. Sin embargo, el frío volvió y el proceso recuperó su paso habitual, produciéndose la explosión floral a mediados de abril. Velasco insiste en que se trata de “un momento clave para la producción”, siendo especialmente peligrosas las heladas, que pueden acabar con las flores, y completamente necesarios los días soleados, para que las abejas polinicen.
Del resultado de este proceso dependerá el éxito o el fracaso de la cosecha en Las Caderechas, que el pasado año alcanzó los 135.000 kilos, bajo la marca certificada de garantía. Así que sólo queda mirar al cielo y esperar que la meteorología sea benévola. Velasco anima a burgaleses y visitantes a pasarse por el valle una vez se inicie la floración, porque “está muy bonito” y es, además, la floración más tardía de cerezos de toda España. Los fines de semana del 16 y 17 y del 23 y 24 es cuando se espera un mayor número de visitantes.
Mercado madrileño
Y mientras la naturaleza sigue su ritmo, la Marca de Garantía Las Caderechas continúa trabajando en su proyecto de cooperativa CadeFruit, dando a conocer tanto las cerezas como las manzanas. Velasco explica que, gracias a su participación en la feria de Madrid Fruit Atraction, en octubre, se han firmado ya algunos contratos con mayoristas madrileños, suministrándose incluso manzanas. Ahora tocará abrir ese mercado a las cerezas, a ver si con la nueva campaña consiguen incrementar sus exportaciones.
Velasco recuerda que en Madrid se valora la calidad del producto burgalés. En el caso de las cerezas, su sabor más marcado, fruto entre otras cuestiones de su maduración más tardía. Por lo que respecta a la manzana, a los madrileños les gusta que la pieza no se conserve en cámaras frigoríficas, como es habitual, sino en los bajos de las casas, lo que da un color más oscurecido y las arruga. La manzana de “bodega” o “granero” es muy valorada en una sociedad de consumo como la actual, que todo pasa por lo químico y lo frigorífico.