1-0. El Mirandés se hace fuerte en Anduva

El Mirandés suma su segunda victoria consecutiva en Anduva tras superar por la mínima a una Ponferradina que continúa negada lejos de El Toralín

Los bercianos pudieron empatar en los compases iniciales del segundo tiempo, pero desaprovecharon cuatro claras ocasiones consecutivas

1-0. El Mirandés se hace fuerte en Anduva Galán acabó retirándose en camilla. LFP

Segunda victoria consecutiva en Anduva. El Mirandés dio hoy otro importante paso en su lucha por meterse en los puestos de promoción de ascenso tras vencer por la mínima a la Ponferradina. Un solitario gol en el primer tiempo de Alain Oyarzun bastó para que los rojillos se llevaran un duelo que el conjunto berciano pudo empatar en los primeros compases de la segunda parte, pero que acabó cayendo del lado local.

Ficha Técnica

1 – CD Mirandés: Sergio Pérez; Moreno, Galán (Gaffoor, min.84), Kijera; Eguaras (Abdón, min.67), Rúper, Aridane, Provencio; Sangalli, Ion Vélez y Alain (Álex García, min.60).

0 – Ponferradina: Santamaría; Seoane, Raíllo, Miquel, Camille; Alán, Jonathan; Acorán (Pablo Infante, min.57), Melero (Callado, min.79), Casado (Dima, min.57); y William.

Goles: 1-0, min.26: Alain.

Árbitro: Pérez Pallas (Colegio Gallego). Expulsó por doble amarilla a Miquel (min.89). También mostró tarjeta amarilla al jugador local Sergio Pérez y a los visitantes Melero, Alán Baró y Pablo Infante.

Incidencias: Partido correspondiente a la trigésimo tercera jornada de la Liga Adelante diputado en el estadio municipal de Anduva ante 3.249 espectadores.

Encuentro táctico y falto de ritmo en los primeros compases, en los que ninguno de los dos equipos fue capaz de imponer su ritmo. Cierto es que Sangalli pudo inaugurar el marcador en el minuto 6 tras una gran jugada colectiva que acabó en saque de esquina, pero las ocasiones brillaron por su ausencia durante buena parte del choque, sobre todo en el bando berciano. Y es que, la Ponferradina se marchó a vestuarios sin haber disparado entre los tres palos. Sólo algún acercamiento aislado de William, demasiado solo en punta de ataque, y un par de centros más o menos bien colocados en el área llegaron a inquietar a la parroquia local.

Tampoco planteó mucho más el Mirandés, al que le costó un mundo desenmarañar el entramado defensivo impuesto por Fabri. Los rojillos lo intentaban por las bandas, pero ni Sangalli ni Alain terminaban de acertar con un centro que decantase la balanza, mientras Ion Vélez se peleaba con los centrales en busca de un error en la salida del balón que no llegaba. Así, la opción acabó apareciendo a balón parado. En el 26, Eguaras botaba un córner al corazón del área, la Ponferradina pecaba de falta de contundencia en el despeje y el balón caía a los pies de Alain, que enganchó un disparo mordido que acabaría superando a Satamaría para poner el primer y único gol del partido en el marcador.

A partir de ese momento, el Mirandés dio un paso al frente y acabó imponiendo el ritmo que quería al partido, pero se mostró algo timorato en tres cuartos de campo. Muchos acercamientos, sí, pero faltos de peligro real. Sólo Sangalli, con un remate a bocajarro dentro del área chica en el 41, volvió a probar al cancerbero berciano en todo el primer tiempo.

Mientras tanto, la Ponferradina, que sólo ha ganado un partido lejos de El Toralín en lo que va de temporada, se perdía en la maraña defensiva rojilla. Sin embargo, la imagen ofrecida por el conjunto berciano cambió radicalmente tras el paso por vestuarios. Y es que, los hombres de Fabri regresaron al césped con un punto más de intensidad, lo que les permitió acechar la portería defendida por Sergio Pérez durante los primeros minutos. No obstante, las claras ocasiones firmadas por Seoane, Acorán, William y Alán Baró, ésta última un disparo al larguero, no obtuvieron recompensa y la Ponferradina acabó derrumbándose.

Cierto es que los bercianos disfrutaron de algún acercamiento más en la segunda mitad, pero todo acabó siendo un espejismo. Tampoco pudo variar el resultado el Mirandés, que apenas generó peligro real sobre la portería de Santamaría. Con amarrar el resultado le bastó. Y eso a pesar de la tensión que se vivió en los compases finales, con la lesión de Galán, que se retiró en camilla, y la absurda expulsión de Ignasi Miquel, que vio dos amarillas consecutivas por protestar.

Al final, tres puntos de oro para mantener el ritmo de la zona noble y seguir vivos en la lucha por los puestos de promoción antes de visitar San Mamés para enfrentarse al Bilbao Athletic, colista de la categoría.