Las BRIF no olvidan sus reivindicaciones y continúan con la presión política

Los sindicatos han planteado retomar las negociaciones pero Tragsa ha puesto sobre la mesa el convenio general

Nieto reconoce que cualquier negociación con las BRIF podría perjudicar al resto de trabajadores en ese contexto

El colectivo apuesta por mantener la presión política, para la categoría profesional, y la presencia social y mediática

Las BRIF no olvidan sus reivindicaciones y continúan con la presión política Existen 10 BRIF en España, dos en Castilla y León. MAGRAMA

Las Brigadas de Refuerzo contra Incendios Forestales (BRIF) no se olvidan de sus reivindicaciones. Tras el ‘No’ al preacuerdo con Tragsa, calificado de “insuficiente” por buena parte del colectivo, y el cambio anual de la junta directiva de la Asociación de Trabajadores de las BRIF, los profesionales planean ahora una nueva “hoja de ruta” para continuar presionando al Ministerio de Medio Ambiente (MAGRAMA) y a Tragsa, la concesionaria del servicio forestal del que es responsable del Gobierno Central.

Son conscientes de que se encuentran en una posición complicada. Más de 100 días de huelga indefinida acababan el pasado año con un preacuerdo, en el que si bien se avanzaba en la creación de la figura de auxiliares de apoyo logístico como segunda actividad, quedaba muy lejos de sus reivindicaciones en mejora de condiciones laborales y salariales y, sobre todo, en lo referido al reconocimiento de la categoría profesional de bombero forestal. Sin embargo, el colectivo BRIF está dispuesto a continuar peleando.

Tragsa está a la espera de que la justicia valore la cláusula de ultractividad de su convenio

La nueva junta directiva de la asociación ya se ha puesto en contacto con los sindicatos para reactivar el comité negociador, según ha explicado Jorge Nieto, representante de CC.OO. Sin embargo, Tragsa no se lo va a poner fácil. Y es que la empresa acaba de poner sobre la mesa la renegociación íntegra de su convenio laboral, sobre el que pesa una cláusula de ultractividad, lo que podría poner en peligro las condiciones del resto de los trabajadores si se intentan modificar las propias de las BRIF.

La situación está en un “impase”, dado que Tragsa está a la espera de una resolución judicial que dictamine si la cláusula de ultractividad es válida o no. Si lo es, el convenio no podría modificarse a no ser que cuente con un acuerdo sindical. Si no lo es, la empresa es libre de modificarlo de manera unilateral, gracias a la última Reforma Laboral. De todos modos, “cualquier negociación con las BRIF podría perjudicar a otros trabajadores”, ha reconocido Nieto, porque Tragsa no está dispuesta a negociar sólo su convenio, como ocurrió el pasado año.

Política y mediática

Así las cosas, el colectivo BRIF estudia ahora qué tipo de acciones reivindicativas poner en marcha. Lo que tienen claro es que deben continuar con las presiones políticas, dado que la exigencia de ser reconocidos como bomberos forestales es una cuestión más política que laboral, ha recordado Nieto. Igualmente, los profesionales apuestan por la presión mediática, así como por seguir dándose a conocer entre la ciudadanía, para conseguir un apoyo social que ya fue importante en las negociaciones de 2015.

Mientras, las BRIF continúan trabajando: servicios preventivos y cinco BRIF de invierno. La encomienda a Tragsa ha sido prorrogada hasta el 30 de abril, pero el MAGRAMA está trabajando en un nuevo contrato, que dará cobertura a la campaña estival (1 de junio-15 de octubre). De todos modos, las BRIF están preocupadas porque ya se ha oído que ese nuevo contrato podría incluir alguna modificación y quieren saber en qué consistiría y, sobre todo, cómo les afectaría, y recuerda que no se pueden introducir cambios de manera unilateral, sin atender a los trabajadores.