La Virgen de la Alegría y Cristo Resucitado dan esperanza a los burgaleses
La ciudad cierra la Semana Santa celebrando la resurrección de Jesús y su encuentro con la Virgen María
El arzobispo de Burgos ha pedido que la fe católica “se traduzca en obras” y se muestre en la vida diaria
Las campanas han marcado el sonido del Domingo de Resurrección. Al constante repicar de los metales en la Catedral se han sumado las campanillas que han agitado las cofradías de Cristo Resucitado y Nuestra Señora de la Virgen de la Alegría en su procesión por la ciudad. Se celebra la resurrección de Jesús, la “realidad fundamental de la fe católica”, lo que da “sentido” a una Semana de Pasión que finaliza con la esperanza de la redención de la humanidad, ha recordado el arzobispo, Fidel Herráez.
Las imágenes de Cristo Resucitado y la Virgen de la Alegría han partido a mediodía de sus respectivas sedes, la Iglesia de la Sagrada Familia y la Iglesia de San Nicolás de Bari, respectivamente, para encontrarse pasada la una y cuarto de la tarde en la Plaza del Rey San Fernando. A los pies de la Catedral, el ‘Aleluya’ de Haendel, la ‘Danza del Santo’ y varios bailes más, de la mano de los grupos de danza de la ciudad, han celebrado el momento más feliz y esperanzador para los fieles católicos.
En este “domingo de domingos”, Fidel Herráez ha felicitado las pascuas a todos los burgaleses, deseándoles la paz y la alegría que Cristo ofreció a través de su resurrección. Asimismo, el arzobispo ha recomendado a los católicos que demuestren en su día a día que creen en Jesús resucitado y, sobre todo, “que nuestra fe se traduzca en obras”. Que lo sufrido durante al Semana de Pasión no se quede en estos cuatro días, sino que tenga su reflejo en las acciones diarias de los fieles.
Herráez, que ha vivido durante estos días su primera Semana Santa como arzobispo de Burgos, ha aprovechado para recordar a los católicos burgaleses que, como arzobispo, está aquí para “servirles y quererles“. El acto religioso ha finalizado con el rezo del Regina Coeli y, tras una nueva tanda de bailes regionales, los pasos de Cristo Resucitado y la Virgen de la Alegría han procesionado juntos desde la Plaza del Rey San Fernando hasta la Plaza Alonso Martínez, donde se han separado para regresar a sus parroquias.