Solemne y recogido traslado del Cristo Yacente al Santo Entierro

La oscuridad ha marcado el traslado del Cristo Yacente desde el interior de la Catedral hasta la Plaza de Santa María

La imagen ha recogido a La Soledad en Santa Águeda, tras ser agasajadas ambas con una pieza musical cantada

Los 19 pasos de la Procesión del Santo Entierro han recorrido las calles del centro, libres de la amenaza de lluvia

Solemne y recogido traslado del Cristo Yacente al Santo Entierro El Cristo Yacente ha ido a recoger a La Soledad a la Iglesia de Santa Águeda. GIT

La oscuridad ha envuelto desde el primer momento el acto más solemne de la Semana Santa de Burgos. El Traslado del Cristo Yacente, que se suele realizar entre dos luces, se ha llevado a cabo en esta ocasión en un principio de noche cerrada, como consecuencia de algo tan mundano como el cambio al horario de verano. Los relojes se adelantarán en la madrugada del próximo domingo, así que la noche ha caído una hora antes de lo viene siendo habitual, sumiendo en la oscuridad no solo la Procesión del Santo Entierro, sino también su acto previo.

El resonar de los tambores, con una gran fuerza amplificada por las viejas piedras de la Catedral, ha acompañado al Cristo Yacente en su salida desde la Capilla del Corpus Christi hasta la Plaza de Santa María. La talla, de principios del siglo XX y obra de Francisco Font, ha recorrido a hombros de los cofrades de la Hermandad del Santo Sepulcro el Claustro, la nave lateral y el trascoro, siendo recibida por el sonido de los timbales en la portada principal de la Seo burgalesa, ante cientos de burgaleses que, una vez más, se han congregado en los entornos de Santa María.

La lectura de las Sagradas Escrituras ha dado paso a la introducción del Cristo Yacente en la santa urna, con el Himno Nacional como telón de fondo y en presencia del arzobispo, Fidel Herráez y de las autoridades civiles de la ciudad. Finalizado el acto del Traslado del Cristo Yacente, el paso ha iniciado recorrido para sumarse a la Procesión del Santo Entierro, si bien en esta ocasión se ha introducido una pequeña novedad de la mano de la Cofradía de Nuestra Señora de la Soledad.

Homenaje en La Soledad

El Cristo Yacente ha pasado por la Iglesia de Santa Águeda para recoger a la Virgen, momento en el que los cofrades le han dedicado a ambas imágenes una pieza musical cantada y unas breves palabras, recordatorio de la vida de sacrificio de Jesucristo, del amor de madre de La Soledad y de la esperanza de la resurrección. Como cierre del acto la Hermandad del Santo Sepulcro y la Cofradía de Nuestra Señora de la Soledad han intercambiado rosas, blancas como símbolo de la virginidad de María y rojas como la sangre de Cristo muerto.

La amenaza de lluvia no ha impedido la salida de la procesión más larga de la Semana Santa Burgalesa, compuesta por los 19 pasos que narran la pasión de Jesús, desde la Oración en el Huerto de los Olivos hasta la crucifixión, su descendimiento y entierro. El Cristo Yacente y La Soledad han sido los últimos en incorporarse a un desfile que se iniciaba en  Eduardo Martínez del Campo, Asunción de Nuestra Señora y Nuño Rasura, para recorrer las principales calles de la ciudad y volver a la Plaza del Rey San Fernando, donde se cierra con un réquiem y toque de oración.