Las pintadas costaron a los burgaleses 793.870 euros solo en 2015

Cuatro euros que salieron del bolsillo de cada ciudadano para limpiar o tapar un total de 5.152 pintadas

La cifra asciende hasta el 1.165.013 euros si se incluyen reparaciones en el mobiliario urbano y contenedores

El Ayuntamiento pondrá en marcha un plan de choque contra el vandalismo para tratar de revertir esta situación

Las pintadas costaron a los burgaleses 793.870 euros solo en 2015 Las fachadas marcadas por las pintadas están por toda la ciudad. IAC

El vandalismo urbano es una realidad con la que siempre se ha convivido, en mayor o menor medida. Los comportamientos incívicos no es que siempre hayan existido es que siempre existirán, por mucho que nos pese. Sin embargo, descubrir lo que nos cuesta como ciudadanos afrontar las consecuencias de esos comportamientos siempre lleva a reflexión. Solo en 2015, el Ayuntamiento de Burgos se gastó 793.870 euros, es decir, cuatro euros por ciudadanos en restaurar, con la intención de devolverlos a su estado original, fachadas, puertas de garaje y otras superficies que sirvieron en su momento como lienzo para los numerosos  ‘artistas’ frustrados con los que cuenta la ciudad.

Ni más ni menos que 5.152 pintadas fueron borradas o tapadas por los operarios de Semat, según la información facilitada por la concejal Carolina Blasco. De hecho, cinco de esos trabajadores se dedican a diario, en sus jornadas de ocho horas, a restaurar lo que otros destrozan. No en vano, los operarios actuaron sobre 484.300 metros cuadrados el pasado año, lo que equivale a medio centenar de campos de fútbol. Además, si a las pintadas añadimos la limpieza de orines que se realiza cada lunes y viernes en las zonas habituales de ocio nocturno la cifra asciende hasta las 8.940 actuaciones.

Es habitual ver contenedores volcados o ardiendo durante protestas violentas

Es habitual ver contenedores volcados o ardiendo durante protestas violentas

Pero el gasto no termina ahí. El Ayuntamiento también tuvo que destinar la nada desdeñable cifra de 185.132 euros a recolocar los 661 contenedores que fueron volcados o desplazados por acciones vandálicas el pasado año, así como a renovar o recuperar los otros 264 contenedores quemados, y a sustituir las 652 papeleras arrancadas, golpeadas o robadas. De esta forma, pintadas, orines, papeleras y contenedores hacen un cóctel que costó el pasado año 1.165.013 euros a los burgaleses.

Plan de choque

Ante esta situación, Carolina Blasco se ha puesto manos a la obra para revertir una problemática que degrada tanto la ciudad como las arcas municipales. El próximo mes de mayo, el Consistorio presentará un plan de choque contra las pintadas, un proyecto que buscará reforzar la vigilancia, no sólo a través de  Policía Local, sino también mediante la implicación de los vecinos. Se trabajará igualmente en la concienciación de los principales responsables, los adolescentes.

Blasco ha explicado que esta sería la primera fase, a desarrollarse durante un plazo de seis meses, que se completaría con el diseño de programas alternativos a las pintadas espontáneas, con la implicación de graffiteros profesionales, para canalizar las inquietudes de aquellos que desean expresar su creación artística mediante esta forma de pintura.