Los alojamientos rurales de la provincia rozarán una ocupación del 95%
Los alojamientos rurales de la provincia volverán a rozar el lleno en Semana Santa, aunque desde Turalbur insisten en que hace falta continuidad
Exigen a la Junta que actúe de oficio contra los alojamientos rurales ilegales
Se espera un buen puente para el turismo rural, al menos en líneas generales. Y es que, tomando como referencia las reservas realizadas hasta la fecha, los alojamientos rurales de la provincia podrían alcanzar una ocupación de alrededor del 95 por ciento entre el Jueves Santo y el Domingo de Resurrección, un dato muy similar al registrado durante el pasado ejercicio y que supone un pequeño bálsamo para un sector muy castigado por la crisis.
Ya se rozó el lleno en la Semana Santa de 2015
Y es que, tal y como confirma el portavoz de la Asociación de Turismo Rural de la Provincia de Burgos (Turalbur), Francisco Hernansanz, el principal problema del sector es la falta de continuidad. “Semana Santa suele ser una buena época, pero el reto es prolongar las estancias”, algo que, de momento, se antoja complicado.
Sea como fuere, los alojamientos de turismo rural de la provincia rozarán el lleno este próximo puente y eso siempre implica “satisfacción”. De hecho, las reservas se hicieron en muchos casos con meses de antelación, aunque “siempre hay reservas de última hora”. En este sentido, el turismo rural vinculado a la Semana Santa es fundamentalmente de dos tipos: familias y grupos de amigos, aunque cada vez se ve una mayor incidencia del turismo de pareja. Eso sí, en este último caso, las opciones suelen ser apartamentos rurales o, en todo caso, habitaciones, vista la dificultad por alquilar una casa entera. Obviamente, se trata en la mayoría de los casos de turismo nacional.
A partir de ahí, la Semana Santa se presenta con pocas o casi ninguna novedad respecto al último ejercicio, aunque es cierto que el sector parece estar despertando muy lentamente del letargo en el que se encuentra desde que estalló la crisis. “En los últimos meses ha habido un repunte del número de viajeros, pero es que partíamos de unos datos muy malos”, subraya Hernansanz.
Alojamientos ilegales
Por su parte, Turalbur, que engloba a 36 de las alrededor de 315 casas rurales que operan en Burgos, insiste en la necesidad de poner coto a los “alojamientos ilegales”, los cuales “están haciendo mucho daño” al sector. Básicamente, no cumplen la normativa, pudiendo así tirar los precios y siendo más competitivos con los clientes que los que sí cumplen, que “ya no pueden bajar más los precios“.
Por eso, Hernansanz adelanta que la asociación exigirá a la Junta de Castilla y León que “actúe de oficio” contra los alojamientos rurales ilegales, tal y como ya hace con los que incumplen la normativa en el resto del sector hostelero. De hecho, añade el presidente de Turalbur, “es fácil” actuar contra ellos, ya que “la mayoría están incluso anunciados en internet”.