1-1. El Mirandés no culmina la remontada

El Mirandés arranca un empate en su visita al Iberostar Estadi, pero regresa a Miranda con la sensación de haber podido ganar en la segunda parte

Los rojillos rompen la racha de derrotas, pero continúan sin ganar

1-1. El Mirandés no culmina la remontada Sangalli no podrá ser de la partida. LFP

El Mirandés se quedó hoy con la miel en los labios después de empatar en el Iberostar Estadi un partido que comenzó perdiendo pero que pudo acabar ganando. El Mallorca se adelantó en el marcador gracias a un gol de Ortuño, quizá el mejor de los locales, pero Sangalli empató el choque justo antes del descanso. A partir de ahí, el Mirandés fue de menos a más y acabó disfrutando de varias ocasiones claras en la segunda mitad, pero el marcador ya no se movió. La buena noticia es que los de Terrazas suman un punto en un escenario complicado y reaccionan tras tres derrotas consecutivas. La mala es que acumulan ya seis jornadas sin ganar.

Ficha Técnica

1 -Mallorca: Wellenreuther; Company, Oriol, Truyols, Aveldaño; Yuste; Lago Junior (Brandon, min.73), Sissoko, Damià ((Pereira, min.73), Salomao (Pol Roigé, min.59); Ortuño.

1 – Mirandés: Raúl; Galán, Álex Ortiz (Moreno, min.33), Kijera; Eguaras, Rúper, Alain, Provencio; Sangalli, Ion Vélez (Abdón Prats, min.62), Álex García (Aridane, min.53).

Goles: 1-0, min.31: Ortuño; 1-1, min.42: Sangalli.

Árbitro: López Amaya (Colegio Andaluz). Mostró tarjeta amarilla a los jugadores locales Yuste y Pol Roigé y a los visitantes Álex Ortiz, Abdón Prats, Kijera, Moreno y Aridane.

Incidencias: Partido correspondiente a la trigésima jornada de la Liga Adelante disputado en el Iberostar Stadi de Mallorca ante.8.708 espectadores.

Partido falto de ritmo y profundidad en los primeros compases, en los que ambos equipos pecaron de precipitación en los pases y de falta de continuidad en sus transiciones, un escenario que no ayuda a que aparezca el fútbol. Pero a falta de juego colectivo, varios destellos de calidad permitieron poner interés a un choque que tras un inicio sin dueño comenzó pronto a jugarse en el escenario que quería el Mallorca. Era el conjunto bermellón el que transmitía mayor seguridad en su juego, abriendo las bandas en busca de la velocidad de Lago Junior y Salomao, mientras Ortuño se bregaba con unos y con otros, ganando casi todas las batallas.

Ya en el 14, el delantero murciano probaba los reflejos de Raúl con un disparo a la media vuelta dentro del área. El cancerbero bilbaíno respondía con solvencia a este primer envite, al igual que haría más tarde con un remate a bocajarro de Sissoko dentro del área chica, que acabó en saque de esquina tras una fantástica mano.

Sin embargo, era el Mallorca el que dominaba los espacios y protagonizaba los acercamientos de más peligro ante un Mirandés demasiado plano al que pareció costarle un mundo entrar en la dinámica del partido. Y en ese contexto, el conjunto bermellón no tardó en adelantarse en el marcador. Sería Ortuño -¿quién si no?- el que culminara un gran contragolpe en el minuto 31, ajusticiando a Raúl con un disparo escorado tras una salida en falso del guardameta rojillo, que minutos después se resarcía sacando un gran disparo de Lago Junior.

El Mirandés, que apenas había generado peligro en toda la primera mitad, se iba a ir al descanso con un merecido 1-0 en contra. Pero si algo tiene este equipo es fe. Y fútbol, claro. En el minuto 42, un robo de balón, muy protestado por la parroquia local al entender que fue en falta, acababa en los pies de Sangalli, que ganaba la posición a dos defensas mallorquinistas para batir con mucha sangre fría a Wellenreuther y poner el empate en el marcador. Quizá inmerecido visto lo visto, pero empate al fin y al cabo. Y además, cuando más daño hace.

De menos a más

Tras el paso por vestuarios, el Mirandés aprovechó para dar un paso al frente. Terrazas agotó pronto los cambios, dando entrada a Abdón Prats y Aridane. Esos dos cambios, sumados al mayor acierto de hombres como Eguaras y Alain permitió a los rojillos ir de menos a más y empezar a encerrar al Mallorca en su propio campo. El propio Eguaras probaba con dos duros disparos desde la frontal del área bien atajados por Wellenreuther a los diez minutos de la reanudación, mientras que Ortuño aprovechaba un contragolpe para probar de nuevo a Raúl, que respondió al envite.

A medida que avanzaban los minutos, el Mirandés acumulaba acercamientos de cierto peligro, pero sin llegar a inquietar de verdad a los locales. Aridane probó de nuevo a Wellenreuther con un cabezazo a centro de Kijera que acabó en las manos del cancerbero antes de entrar en la fase final del encuentro, en la que unos y otros parecieron por momentos tener más miedo a perder que ganas de ganar. Aún así, todavía hubo tiempo para dos postreras ocasiones que bien pudieron cambiar el signo del choque en los últimos compases. Sin embargo, Abdón estrelló en el lateral de la red un potente disparo sin ángulo a la salida de un córner, mientras que Sissokó marró la última ocasión del partido cabeceando tímidamente a las manos de Raúl.

Al final, un empate que puede parecer escaso botín para el Mirandés, que acumula demasiado tiempo sin ganar, pero que analizado en frío puede ser muy positivo a medio plazo. El próximo fin de semana, los rojillos recibirán en Anduva a un Valladolid que, tras un arranque de Liga plagado de dudas, ha alcanzado velocidad de crucero y marcha disparado hacia el play off.