Cuatro páginas para amantes de la buena comida

El frenético ritmo de vida no impide disfrutar de una gastronomía equilibrada

Muchas son las opciones disponibles en la red para satisfacer los deseos

Cuatro páginas para amantes de la buena comida El burrito es uno de los platos más típicos en México. BC

La buena comida ha sido, es y será un valor al alza. A todo el mundo le encanta degustar su plato favorito y, un paso más allá, están quienes adoran probar nuevos sabores y quienes se decantan por productos de calidad que recogen toda su esencia. Son los llamados gourmets.

Consumir productos sabrosos no tiene que suponer un gran desembolso. Muchas de las materias primas incluidas en los platos más suculentos se pueden encontrar a buen precio en el supermercado, y la mano de obra no cuesta nada si eres tú quien se pone ante los fogones. No se nos escapa que la cocina de vanguardia emplea unas herramientas y técnicas que no están al alcance de todos, pero repetimos que la buena comida no es solo para la élite.

Aprendiendo de otros

Para tener una experiencia completa cuando se visita otro lugar, se recomienda no solo ver los lugares típicos del mismo, sino tratar de acercarse a su cultura, entre ellas, la gastronómica. Poca gente se va de Bilbao sin degustar unos ricos pinchos regados con un poco de txacolí y, a ser posible, una Carolina de postre. Es otra forma de conocer la ciudad, y en lugares como el mencionado es incluso obligatorio.

Cuando el viaje termina (o incluso antes de que empiece) la comida típica de un lugar no tiene por qué convertirse en algo lejano que no se volverá a probar más que volviendo allí. Cierto es que puede no salir un resultado igual al de quienes tienen años de práctica a sus espaldas, pero todo es probar.

Una buena forma de conocer otra cultura desde casa es, pues, meterte en la cocina y cocinar sus platos típicos. Te proponemos, pues, visitar la web Que Comen En, que aglutina información sobre productos y recetas, sobre la comida típica de un lugar concreto. Hay vida más allá de los rollitos de primavera y la pasta boloñesa, y saber qué comen en otros lugares del mundo puede deparar más de una sorpresa a quien navega por las páginas de este sitio web.

Apreciando el sabor y el aroma

Aunque el sentido principal que se estimula es el del gusto, comer puede ser también un espectáculo para el resto de sentidos. Hablamos, principalmente, del aroma, pero la vista también se recreará con un plato bien presentado y, de hecho, el arte del emplatado es estudiado entre los incipientes chefs.

El aroma y el sabor es, precisamente, lo que atrapan cada día a los aficionados al café. Si bien no procede del país transalpino, el café made in Italia sí que tiene mucha aceptación entre los consumidores, ya que allí es una bebida tan popular que su preparación se ha ido perfeccionando,   apareciendo nuevas formas de prepararlo.

Ni tan siquiera el café italiano está reservado solo a las fronteras del país mediterráneo. Basta con echar un vistazo a http://cafeterasexpress.net/cafetera-italiana/ para convencerse de ello. Si no puedes tomarte a diario un café a tu gusto en Roma, desde luego tener en casa una cafetera italiana te puede ayudar. Modelos como Orbegozo, Bialetti o Alessi son cafeteras italianas que ofrecen una forma original y tradicional de hacer café. Con el sabor y el aroma que éste debe tener.

Otras formas de consumo

Al margen de lo que habitualmente se coma, es cierto que en la mayoría de ocasiones el consumidor subestima su poder. La exigencia de calidad, las protestas cuando un artículo está defectuoso o la retirada de aquellos que no se compran son acciones del consumidor y reacciones en quienes controlan los diferentes procesos de la cadena.

Conocedores de este potencial, muchas personas han adoptado nuevas formas de consumo, y animan incluso a que otras los adquieran. Hay muchas razones que pueden llevar a alguien a hacerse semivegetariano, vegetariano, ovolactovegetariano, vegano o crudivegano, entre otras posibilidades.

La decisión puede partir de una motivación ecológica (por estar en contra de los procesos de producción que atentan contra los principios de sosteniblidad y respeto al medio ambiente), animalista o de otra índole. En todo caso, son personas que hacen un sacrificio muy personal que no hay por qué criticar.

Más que eso, hay que proporcionarles las herramientas necesarias para que puedan ver satisfechas sus expectativas, pues poseen los mismos derechos que un “omnívoro” a comer sano y rico. Las recetas veganas, además, no son sinónimos de platos incompletos y bajos en nutrientes, al igual que las recetas vegetarianas. Un vegano/vegetariano bien informado sobre nutrición es una persona bien alimentada que demuestra que se puede vivir de forma saludable a base de recetas veganas/vegetarianas.

No solo hay calcio en la leche de origen animal, y ni siquiera es ésta la principal fuente. No solo hay proteínas en la carne y en el pescado. Las personas que siguen dietas específicas aprenden a encontrar lo que sus cuerpos necesitan en otros alimentos, supliendo a los que han decidido no comer.

Ricos platos en otros formatos

Comer bien es sinónimo de estar bien informado de lo que el cuerpo necesita y de las recetas que extraen todo el sabor de los alimentos sin alterar lo que éstos poseen, lo que es beneficioso para la salud. Que uno mismo cocine es la mejor garantía de que el proceso respeta la esencia de los alimentos, además de no llevar aditivos artificiales de ningún tipo. Hay pocas excusas para no hacerlo, ni siquiera la falta de tiempo o el tener que comer fuera de casa por motivos laborales.

Como siempre recurrimos al vasto mundo de Internet para encontrar algunas ideas, en este caso recetas de cocina sencillas que consiga que quien las sigue elabore comida para llevar al trabajo sana y sabrosa. Las recetas con tupper para comer fría si no existe la posibilidad de calentarla también van contra la excusa de “en la oficina no hay cocina”. Una web la de eltupperdelcurro.es en la que puedes encontrar recetas de ayer, hoy y siempre.

Recuerda que la felicidad está en los momentos: el cocinar en familia, en pareja o en la a veces tan necesaria soledad; saborear un plato que traslade a quien lo come a la casa de la abuela en el pueblo; probar un nuevo manjar. La vida es para comérsela.