30-26. El Villa de Aranda despierta de su sueño
Los ribereños fueron de menos a más y llegaron incluso a acariciar la Final Four cuando se colocaron a un punto a falta de 8 minutos (26-25)
Los amarillos padecieron el acierto de Naturhouse, pero ponen fin a una Copa del Rey en la que tocaban techo
No pudo ser. El Villa de Aranda ofreció una buena imagen en el Palacio de los Deportes de La Rioja ante el todopoderoso Naturhouse pero no fue suficiente. La salida de los locales fue tan acertada, tanto en el ataque, como en la portería defendida por Kappelin, que el parcial inicial fue de 4-0. Desde entonces, todo fue remar por remontar el partido.
Ficha técnica
30 – Naturhouse La Rioja (14+16): Kappelin (p), Luisfe (3), Miguel Sánchez (1), Vigo (3), Garabaya, Molina (3), Pedro Rodríguez (4), Ángel Fernández (6), Aguinagalde (p), Albert Rocas (4, 2p), Val, Langaro (1), Javier García (3), Cacheda (2) y Garcíandía.
26 – Villa de Aranda (10+16): Da Rosa (p), Muñoz (4,2p), Canyigueral (5), Peciña (2), Cakic, Nantes (5), Moreira (1), Moyano (4), Revin, Ramos (1) y Sánchez (4).
Parciales: 2-0, 4-1, 9-3, 10-5, 13-8, 14-10 (descanso), 18-13, 20-16, 21-17, 23-20, 26-24 y 30-26 (final).
Árbitros: Merino y Moyano. Excluyeron dos minutos a los locales Garabaya (2), Val, Pedro Rodríguez y Luisfe; y a los visitantes Peciña (2), Cakic y Revin.
Incidencias: Alrededor de dos mil espectadores en el Palacio de los Deportes de La Rioja. El Naturhouse pasa a la fase final de la Copa del Rey con un marcador global de 57-52.
Los ribereños no perdieron nunca la fe, ni siquiera cuando el marcador reflejaba un rotundo 9-3. Los amarillos dieron una lección de sacrificio y obtuvieron su recompensa cuando metieron el miedo en el cuerpo a los locales, colocándose a un solo gol cuando restaban ocho minutos de partido (26-25). Sin embargo, el esfuerzo fue tal que Naturhouse recurrió a su efectividad para salir de una situación cuanto menos embarazosa y se llevó el partido con mayor holgura (30-26).
El inicio de partido no pudo ser más contrario al Villa de Aranda. Los hombres de Jacobo Cuétara se vieron a las primeras de cambio con un 4-0 que tiró por la borda el planteamiento de partido trabajado durante la semana. Sin embargo, los amarillos siguieron a lo suyo, a pesar de no gozar de acierto de cara a portería ante un gran Kappelin (9-3). Pero poco a poco, el sacrificio en defensa empezó a generar ciertas ventajas en ataques rápidos y el Villa de Aranda llegó al descanso con el partido abierto (14-10).
Tras el primer acto, la salida de vestuarios no fue todo lo activa que deseaba el preparador asturiano. La reacción del Villa de Aranda se hacía esperar, a pesar de que el más claro ejemplo de su respuesta estaba solo unos días atrás en el partido de ida.
No fue hasta los diez minutos finales cuando la mejor versión del Villa de Aranda coincidió con la espesura de juego de Naturhouse y el marcador comenzó a equilibrarse. El trabajo titánico de los ribereños les llegó a acercar hasta el 26-25, con ocho minutos por disputarse.
Sin embargo, Naturhouse vio tan de cerca los dientes del lobo que huyó hacia adelante y remató el partido con más solvencia sobre el papel que sobre el parquet (30-26). Por tanto, fin a un sueño que se quedó a las puertas y que ha servido para crear un precedente en un equipo que ha construido el proyecto desde el suelo.