26-27. El Villa de Aranda se la jugará en Logroño

El Villa de Aranda se recompone de un mal inicio y acaba plantando cara al Naturhouse, dejando viva la eliminatoria de cuartos de final de la Copa del Rey

Una gran reacción de los de Cuétara al inicio de la segunda parte permite mantener vivo el sueño de clasificarse por primera vez para una final de Copa

La eliminatoria queda totalmente abierta. El pase a la final a cuatro de la Copa del Rey sigue siendo difícil, muy difícil, pero no imposible. El Villa de Aranda afrontará el partido de vuelta de los cuartos de final de la Copa con las opciones prácticamente intactas tras aguantar al Naturhouse en la ida. A pesar de la victoria riojana, los hombres de Cuétara consiguieron igualar la contienda y evitar una derrota abultada que hubiera dejado vista para sentencia la eliminatoria.

Ficha Técnica

26 – Villa de Aranda (9+17): Rangel Luan (p, 1), Canyigueral (3), Peciña (2), Part (1), Moyano (-), Javi Muñoz (7, 3p), ‘Bicho’ (3) -siete inicial-; Santana (p), Moreira (1), Revin (-), Cakic (-), Nantes (7), Padilla (1), Guille (-). 

27 – Naturhouse (11+16): Aguinagalde (p), Rocas (3, 2p), Cacheda (1), Luis Felipe (2), Molina (5), Javier García (5), Ángel Fernández (2) -siete inicial-; Kappelin (p), Sánchez-Migallón (1), Val (-), Vigo (3), Garabaya (-), Lángaro (3), Pedro Rodríguez (2), Cadarso (-), Garciandía (-). 

Parciales: 0-2, 1-5, 3-7, 4-7, 6-9, 9-11 (descanso); 14-14, 17-16, 21-19, 21-22, 24-26, 26-27 (fin del partido).  

Árbitros: Hermoso del Amo y Monjo Ortega (Colegio Madrileño). Excluyeron dos minutos a Revin y Moreira por el Villa de Aranda y a Ángel Fernández (2), Molina (2) y Garabaya por el Naturhouse. 

Incidencias: Partido correspondiente a la ida de los cuartos de final de la Copa del Rey disputado en el pabellón Príncipe de Asturias ante unos 1.000 espectadores.

Y eso que el comienzo no pudo ser más decepcionante. El Naturhouse, que llegaba a Aranda tras verse apeado de la Champions, afrontaba el choque como claro favorito. Sin embargo, el equipo riojano ya sabía lo que es perder esta temporada en el Príncipe de Asturias. Quizá la memoria de aquel partido sirvió a los de Jota González para aprender lo que no tienen que hacer frente al Villa de Aranda y salieron muy enchufados desde el primer minuto. Con una defensa más que sólida y un Aguinagalde en estado de gracia en la portería, el Naturhouse se comió al conjunto ribereño en los primeros compases, en los que le endosó un parcial de 0-4.

Sin duda, ese fue el momento más dramático del choque. Jacobo Cuétara tuvo que llamar a capítulo a los suyos a los cinco minutos de partido para intentar superar la situación de bloqueo que arrastraban en ataque. Y la jugada le salió bien. Varios cambios en la primera línea dieron otro aire al equipo, que aunque tardó mucho en mostrar su mejor versión, al menos dejó de lado la peor.

Así, el equipo ribereño fue poco a poco mejorando sus guarismos. Primero en ataque, y luego en defensa, anulando buena parte de la capacidad ofensiva del Naturhouse por el centro. Además, Rangel fue de menos a más y terminó firmando una gran actuación, lo que permitió a los suyos ir ganando terreno poco a poco hasta ponerse a uno de diferencia en los últimos compases del primer tiempo, que acabó decantándose de lado riojano (9-11).

Sin embargo, la reacción del Villa de Aranda estaba latente y no tardó en aparecer. Y lo hizo, además, con espectáculo. En el minuto 34, Jota se la jugaba con portero-jugador, sus chicos marraban el ataque, Aguinagalde tardaba un mundo en volver a portería y Rangel Luan, desde su propia área, marcaba el gol del empate. Un minuto después, la situación se repetía, pero era Javi Muñoz el encargado de batir a Aguinagalde. Y no sería ésta la última vez. Y es que, ‘Bicho’ también se sumó a la fiesta apenas unos minutos más tarde.

Esa respuesta permitió a los de Cuétara ponerse por delante en el marcador (13-12), lo que hizo que el público terminada de despertar. El Príncipe de Asturias, que presentó una entrada más baja de la esperada en un partido de tal trascendencia, comenzó a creérselo, viendo cómo su equipo llegaba a ponerse tres arriba (21-18) y discutiendo cada una de las jugadas polémicas. Que las hubo. Mediado el segundo tiempo, dos decisiones arbitrales muy cuestionables impidieron al Villa de Aranda mantener la progresión y permitieron al Naturhouse volver a meterse en el partido con un parcial de 0-3.

A partir de ahí, la igualdad sería la tónica dominante en un partido que pudo caer de cualquiera de los bandos, pero que acabó llevándose Naturhouse por la mínima, gracias, en parte, a una postrera parada de Rangel a lanzamiento de Víctor Vigo, que permite que el Villa de Aranda mantenga viva la esperanza de meterse por primera vez en su historia en una final a cuatro de la Copa del Rey.