Los formatos de lectura cambian… ¿para bien?

Como en muchos otros asuntos en plena era digital, las respuestas se dividirían entre quienes creen que sí y quienes opinan lo contrario

Lo que sí está claro es que leer es un placer, ayer, ahora y siempre

Los formatos de lectura cambian… ¿para bien?

Hay quien realmente disfruta perdiéndose en una biblioteca por unas horas. Es un lugar en el habita el silencio (al menos, en la mayoría de ocasiones), donde el aire está impregnado del olor a páginas nuevas y viejas, donde el espacio se recorta por libros más o menos altos, más o menos voluminosos. Un lugar donde no existe el tiempo, por los muchos periodos que pueden abarcar los ejemplares que una persona tiene ante sí, y porque permanece ajeno al bullir de la calle más allá de sus muros y cristaleras.

No negamos que imaginarlo de esa forma dibuja una escena algo romántica, que jamás se debería perder. Las bibliotecas deben existir, en el mundo real y físico y también en el online, que hemos de reconocer también que puede ser mucho más práctico.

Vale que las bibliotecas comenzaron a ser gestionadas por programas informáticos que facilitan mucho la tarea, que incluso permiten al usuario buscar un título desde su casa y saber si está disponible y dónde, para solo pasar a recogerlo. Pero un espacio en Internet no solo permite buscar y encontrar ese título concreto, sino también descargarlo en el dispositivo en ese preciso instante.

La revolución de la lectura

Todos hemos pasado por ese momento, el de leer un pasaje de un libro voluminoso en la cama antes de dormir. En pleno invierno y obligados a sacar las manos del edredón para sujetarlo, arrecía el frío. Si optamos por taparlas, la posición deberá ser más incómoda por lo pesado y  por la menor luminosidad, lo que nos obligará a volver a cambiar de postura. ¿Solución? Un ebook.

Con el libro electrónico todo son ventajas. Su peso y su tamaño son, sin duda, factores a tener en cuenta, pero también su capacidad de almacenamiento. En viviendas de dimensiones reducidas (como apartamentos), los lectores empedernidos no pueden almacenar libros eternamente, y algunos se muestran reacios a deshacerse de ellos. Al fin y al cabo, se trata de algo que ha formado temporalmente parte de sus vidas, que ha podido despertar en ellos un gran número de emociones, cuando no de recuerdos.

Como en todo, los dispositivos electrónicos para leer libros también cuentan con un gran número de modelos y marcas entre las que elegir, cada uno con sus ventajas y desventajas a juicio de cada usuario, que le pedirá unas u otras prestaciones de forma prioritaria: capacidad, autonomía, luz, conexión a Internet…

Ebooks como el Kindle Paperwhite se han hecho un hueco en los corazones de muchos de quienes, en su día, quisieron aventurarse a comparar eReaders hasta dar con el suyo. Por su pantalla, por su software, por la relación calidad-precio… Un producto de varias estrellas.

Una persona, un libro

Son poco creíbles los argumentos que da alguien que dice que no le gusta leer, a no ser que realmente sea incapaz de hacerlo. Hay un libro para cada tipo de persona, sea un erudito o un principiante, le gusten las letras grandes o pequeñas, esté o no ilustrado al máximo. Se tenga el nivel cultural que se tenga, la edad, el sexo o un sinfín de circunstancias personales, todos tenemos gustos, preferencias o aficiones, y esas pueden estar perfectamente recogidas en un libro.

Sea físico o electrónico, el libro se convierte en un regalo perfecto para cada ocasión: el cumpleaños de alguien que no ha descubierto su potencial o de quien sí los devora, la forma de decir “me importas” a alguien que necesita consejos profesionales que bien podrían estar contenidos en un volumen…

Ese “me importas” puede ir dirigido a una persona especial que protagoniza gran parte de los pensamientos de otra durante el día. Conseguir el objetivo está más alcance si sabes cómo seducir con un ebook. Regalándole el dispositivo o un libro que pueda ir contenido en él, le dirás que estás ahí, que conoces sus gustos, que tenéis aficiones comunes, que deseas que se sienta especial, que te resulta interesante… Solo tienes que elegir el formato de los libros electrónicos que han llamado tu atención para él, sabiendo escoger entre ebook en PDF, en formato .epub, etc.

Controlando la información

Hemos de ponernos en la piel de las personas que no tienen apenas contacto con lo digital, como ese abuelo de 70 años que lee uno o dos libros al mes, pero a quien después de toda su vida conduciendo un taxi no puedes pedirle que controle más que su correo electrónico. Es normal que rehúyan de estas innovaciones, y si no puedes armarte de paciencia o hacer que se avenga a razones, no hay por qué convencerlo.

Los formatos de lectura cambian… ¿para bien? A veces ni siquiera son tantas las ventajas. Lo que es virtual también ocupa en un espacio en el PC o en el propio dispositivo de lectura de libros, por lo  no se pueden almacenar archivos eternamente. Claro que a problemas, soluciones.

Si algo en digital presenta carencias, siempre habrá algo que complemente, como en este caso. Es un número X de libros los que puede almacenar un ebook y, pese a ello, hay quien no quiere borrarlos, como quien no quiere tirar sus libros en papel.

La solución bien podría pasar por un disco duro externo de 1tb. Un disco duro externo es un aparato de reducidas dimensiones que sirve para almacenar datos, que puedes copiar desde tu PC y acceder a ellos simplemente conectándolo al mismo a través de un cable USB, como si de un pendrive se tratase. El sitio web www.discodurobarato.com te ofrece comparativas que te ayudarán a encontrar el mejor, y no solo en lo que se refiere a dispositivos externos, sino también internos o multimedia. Además, te explica para qué sirve cada uno de ellos.

Otro problema habitual en las descargas, incluyendo la de libros electrónicos, es la velocidad de conexión que tenga el lugar en el que nos encontramos. También existen herramientas al respecto, como el speed test, es decir, un test de velocidad que mide la velocidad de Internet y te ayuda a pedir explicaciones a tu proveedor (en su caso), a comparar la que ofrecen otras empresas y a tomar decisiones acertadas.

No hay carencias que no se puedan resolver. Déjate querer por las prestaciones de lo digital, que ha venido para facilitarnos la vida. También para satisfacer nuestras aficiones.