Imagina pide parar el derribo del Yagüe hasta trasladar los frescos de Luis Sáez

Imagina Burgos solicita paralizar el proyecto de derribo del antiguo hospital hasta decidir qué hacer con los frescos de Luis Sáez que adornan la capilla

Siguen insistiendo en que lo más lógico es mantener el edificio en pie

Imagina Burgos reclama la paralización del derribo del antiguo hospital General Yagüe y decidir qué hacer con las pinturas de la capilla, obra del artista Luis Sáez en su juventud. El pintor, natural de Mazuelo de Muñó, realizó dos frescos en la capilla del Hospital General Yagüe y para la candidatura ciudadana “han de concretarse las soluciones” y delimitar de quién es competencia el traslado de esta obra artística que aún está en las paredes del templo, ya desacralizado.

Imagina considera que el desmontaje será muy complicado

Antes del cierre del viejo hospital, la Junta de Castilla y León anunció que serían trasladadas al Museo de Burgos, pero la realidad ha resultado ser más complicada. La principal dificultad, según insisten desde Imagina, es que las pinturas están realizadas sobre el hormigón de las paredes, con la consiguiente dificultad en su desmontaje y traslado.

Para la formación multicolor, que siempre ha optado por no derribar el inmueble y así lo solicitó por medio de un escrito a la Tesorería de la Seguridad Social en abril del año pasado, no sería complicado mantener el espacio de la capilla del viejo hospital con los frescos y dedicar ese espacio al ámbito social y cultural en caso de mantener el edificio completo. En cualquier caso, añaden, la paralización del derribo “se hace necesaria” hasta tanto no se concrete el destino de esta obra de arte.

Desmontaje

La maniobra de desmontaje es compleja ya que para extraer los frescos habría que cortar directamente los muros de hormigón, pero en la actualidad, existen técnicas que lo realizan sin dañar las piezas. Las pinturas del artista representan a la Virgen del Perpetuo Socorro; al Niño Jesús y a San José. Se trata de pintura realista donde priman las figuras, la fuerza del gesto y el uso del color se ven a la perfección en estas dos obras. En una se observa a un San José con unos brazos y unas manos fuertes que sostienen útiles de carpintería y en la otra el gesto de cariño de la Virgen con su hijo al cuello.