La UBU rinde un homenaje a Umberto Eco, su Honoris Causa más internacional
La Universidad de Burgos, con su rector a la cabeza, rinde un emotivo homenaje al escritor Umberto Eco, fallecido el pasado sábado
El autor de ‘El nombre de la Rosa’ fue nombrado doctor Honoris Causa en 2013
La Universidad de Burgos (UBU) ha rendido hoy un emotivo homenaje póstumo a Umberto Eco, el más internacional de todos sus doctores Honoris Causa, incorporado en 2013 al Claustro de la institución académica burgalesa.
Tras el fallecimiento de Eco el pasado sábado, el rector de la Universidad, Alfonso Murillo, ha pedido a los asistentes releer la laudatio del profesor Francisco Javier Peña, así como el discurso de agradecimiento del escritor, semiólogo y filósofo pronunciado en el Aula Magna durante su investidura como Doctor Honoris Causa de la Universidad de Burgos, en mayo de 2013.
El vítor de Eco instalado en el Patio de Romeros del Hospital del Rey lucía un crespón negro y una rosa mientras sonaban los acordes de una de sus músicas favoritas: la suite nº 2 para orquesta en si menor de Bach interpretada por Juanjo Villalaín (flauta de pico) y Diego Crespo (órgano). Eco, además de un magnífico escritor, era un gran músico y amante del barroco y de las vanguardias del siglo XX. Tocaba la flauta de pico y, cuando trabajaba en la RAI, entró en la semiótica a través de la música acústica de Luciano Verio, según ha explicado Villalaín.
Como no podía ser de otra forma, durante el acto, el decano de la Facultad de Humanidades y Comunicación, Ignacio Fernández de Mata, ha leído unos textos de su obra más conocida: ‘El nombre de la Rosa’.
Grato recuerdo
Por su parte, Murillo ha recordado la estancia del escritor y semiólogo en el campus de San Amaro, la firma de libros en el Teatro Principal y su visita a la abadía de Santo Domingo de Silos en la primavera del 2013 y ha subrayado el grato recuerdo que dejó en Burgos y en la Universidad. La presencia de Umberto Eco se dejó notar y, en la biblioteca del cenobio, Eco siguió la pista de uno de sus personajes más enigmáticos de su obra, el retorcido e intransigente bibliotecario Jorge de Burgos.
El rector ha finalizado su disertación con las últimas y premonitorias palabras del profesor pronunciadas en la Universidad de Burgos hace casi tres años: “Y así es como hoy se cumple mi peregrinaje ideal hacia Burgos, iniciado hace sesenta años y, os agradezco de habérmelo concedido a tiempo, cuando aún tengo solo la edad de Jorge de Burgos, aunque soy aproximadamente unos treinta años más mayor que Guillermo de Baskerville. Pero hoy me siento un adolescente entusiasmado como Adsode Melk y quiero celebrar con todos vosotros, con entusiasmo juvenil, este maravilloso retorno a los mitos de mi juventud”.