El sector apícola se enfrenta actualmente a “la tormenta perfecta”

La falta de formación en los nuevos apicultores, el cambio climático, las floraciones irrelevantes y la vespa velutina amenazan la viabilidad del sector

La Junta apuesta programa de vigilancia que permita conocer más sobre la presencia de la vespa velutina

Apicultores de toda la península se han reunido en torno a las III Jornadas Estatales Apícolas que se celebran en el Monasterio de San Agustín

El sector apícola se enfrenta actualmente a “la tormenta perfecta” Apicultores de toda la península se han reunido en torno a estas jornadas. IAC

No son buenos tiempos para hacerse hombre, o mujer, de campo. Aún así, durante los últimos años ha crecido el número de personas que, alentadas por las ayudas y empujadas por el desempleo, buscan alternativas laborales en el medio rural. Y el sector apícola no es una excepción. Sin embargo, tampoco atraviesa su mejor momento, más bien todo lo contrario. Al menos así lo perciben desde la Unión de Campesinos de Burgos (UCCL), quienes, a través de su representante, Juan Carlos Merino, aseguran que los últimos problemas llegados desde Asia -la vespa velutina- han formado “la tormenta perfecta”.

Y es que los apicultores tienen muchos frentes abiertos que se resumen en la falta de formación, floraciones irrelevantes, cambio climático o semillas que no generan néctar. En este último caso, Merino pone de relieve el “incumplimiento del trato milenario entre abejas y plantas” por las empresas que comercializan semillas sin néctar. También reclaman mayor formación desde la Asociación Provincial de Apicultores Burgaleses (ASAPIBUR). Su presidenta, Esther Saiz, aseguraba que “es muy importante formar a los apicultores para que practiquen la actividad de forma correcta”. Sin embargo, a pesar de la incorporación de nuevas caras al sector, “las expectativas no son nada halagüeñas”, ha advertido Merino.

Reflexiones todas estas que han tenido lugar en la antesala de las III Jornadas Estatales Apícolas, que se celebran durante este fin de semana en el Monasterio de San Agustín de la capital burgalesa y a las cuales asisten apicultores de toda la Península Ibérica.

La gran amenaza

Responsables de UCCL, Junta, Diputación han asistido a la inauguración. IAC

Responsables de UCCL, Junta, Diputación han asistido a la inauguración. IAC

A la inauguración de las jornadas ha asistido Juan José Busto, director general de Agricultura de la Junta de Castilla y León, quien ha aprovechado la importancia del marco para anunciar la puesta en marcha de un “programa de vigilancia”, que permitirán monitorizar la presencia de la vespa velutina en las fronteras de la comunidad. El objetivo es conocer el impacto que está teniendo la llegada de esta especie que se alimenta, entre otras cosas, de abejas. Además, se pretende actuar sobre las reinas, para que su propagación se minimice.

Los detalles de esta iniciativa, que parte de la Consejería de Medio Ambiente, se darán a conocer a los representantes de los apicultores en una reunión programada en la sede de la institución el próximo 8 de marzo.

Sin embargo, desde UCCL apuestan más por la utilización de un veneno que sí resulta efectivo sobre la invasión de la velutina, pero que conlleva un impacto medioambiental a valorar. Según Merino, “se debería hacer una evaluación de beneficios y de riesgos” y actuar en consecuencia. Aunque él mismo es consciente de que “es muy difícil que la administración se involucre”, por su defensa del entorno, con un instrumento que puede tener sus efectos negativos en el medio ambiente.

Regulación de apicultores trashumantes

Por otro lado, desde UCCL han reclamado a la Junta la regulación de la instalación de colmenas por parte de apicultores trashumantes. La comunidad recibe cada verano miles de colmenas de apicultores que huyen de sequía del sur durante esos meses del año. Una circunstancia que genera un conflicto de intereses entre los que defienden la apicultura trashumante totalmente libre y los que exigen que se respeten las distancias entre colmenas.