Adiós a Umberto Eco, el gran humanista que amaba a Burgos
El escritor, filósofo y semiólogo italiano fallecía en la noche de ayer en Milán a los 84 años
Fue nombrado Doctor Honoris Causa por la Universidad de Burgos en el año 2013
El Monasterio de Santo Domingo de Silos inspiró su obra más internacional, ‘El nombre de la rosa’
El mundo se despide hoy de Umberto Eco. El escritor, filósofo y semiólogo italiano fallecía en la noche de ayer en Milán, a los 84 años de edad. Reconocido como uno de los más prestigiosos intelectuales del siglo XX, Eco deja tras de sí una intensa trayectoria profesional, protagonizada por grandes escritos literarios, novelescos, filosóficos, humanistas y semióticos. Innumerables son los premios, galardones y reconocimientos que el italiano recogió a lo largo de toda su vida, entre los que destaca el Príncipe de Asturias de Comunicación y Humanidades en el 2000.
La Universidad de Burgos le nombró Doctor Honoris Causa en el 2013, uno más de los alrededor de 40 nombramientos de estas características con los que fue distinguido. Sin embargo, Umberto Eco recibió con especial emoción el reconocimiento de la Institución Académica, como consecuencia de la especial conexión que mantenía con Burgos. El Monasterio de Santo Domingo de Silos y, en concreto, el misal del siglo XI en códice de papel y pergamino más antiguo de occidente, inspiraron una de sus obras más internacionales.
Jorge de Burgos, uno de los personales, muestra con su apellido y su trayectoria la vinculación con Silos
‘El nombre de la rosa’ (1980) es una fábula detectivesca ambientada en un monasterio de la Edad Media, que recuerda por su importancia histórica al de la villa salense. Entre sus personajes destaca el bibliotecario ciego, Jorge de Burgos, con el que Guillermo de Baskerville, el protagonista de la novela, habla en varias ocasiones, con numerosas referencias a su origen burgalés y a las joyas que en su biblioteca se guardan. Una promoción de Burgos y Silos que nunca será suficientemente agradecida.
En su paso por Burgos en 2013, Umberto Eco se acercó al Monasterio de Santo Domingo y pudo conocer, de primera mano, ese inspirador misal del siglo XI y algunos otros de los grandes documentos que se custodian en Silos. Un momento que el propio Eco calificó de histórico, para el que es uno de los mayores pensadores del siglo XX. Entre sus obras destacan, al margen de ‘El nombre de la rosa’, novelas como ‘El péndulo de Foucault’, el ‘Cementerio de Praga’ y, la última, ‘Número Cero’, una crítica feroz al mundo del periodismo.