El CAB inaugura su programación trimestral con dos nuevas exposiciones

Las muestras de Enrique Larroy y Sofía Táobas inauguran el nuevo ciclo expositivo del Centro de Arte de Caja de Burgos

El programa se completa con un sin fin de actividades en los próximos meses

El CAB inaugura su programación trimestral con dos nuevas exposiciones Ya se pueden visitar las primeras exposiciones. GIT

Una apuesta por el color, la percepción, la reflexión, la profundidad, las formas y la fantasía. El Centro de Arte de Caja de Burgos (CAB) ha iniciado hoy su nuevo ciclo expositivo con la inauguración de dos nuevas muestras, realizadas a cargo de los artistas Enrique Larroy y Sofía Táobas, que desembarcan en la instalación museística con ganas de provocar reacciones encontradas en el visitante.

LAs primeras exposiciones son ‘Sobre sorpresa’, de Enrique Larroy, y ‘Azul sólido’, de Sofía Táobas

Para ello, el CAB ofrece desde hoy dos experiencias diferentes, pero vinculadas de algún modo. La muestra de Larroy, un viejo conocido en Burgos, aborda aspectos como la perspectiva y la percepción. Bajo el título ‘Sobre sorpresa’, y echando mano de antiguas obras individuales, el autor ha construido todo un discurso expositivo que trasciende del lienzo y se asoma a las pareces del CAB, haciendo uso en muchos momentos de la tercera dimensión.

Por su parte, la mexicana Sofía Táobas desembarca en Burgos con su muestra ‘Azul sólido’, un proyecto personal mediante el que pretende tomar como referencia una alberca (piscina) para tejer un discurso con el color azul como hilo conductor. La exposición se compone de cuatro series en las que la artista desgrana su particular visión de la escultura minimalista.

Muchas propuestas

Con todo, estas dos exposiciones no son sino la punta del iceberg de una completa programación que se llevará a cabo hasta el mes de mayo en el CAB y en la que se han incluido varias propuestas novedosas, como la titulada ‘Arriba al margen’, mediante la que los responsables de la instalación pretenden dotar de un espacio expositivo a aquellos artistas y proyectos burgaleses que hasta ahora no han tenido cabida en otros lugares. También habrá un taller de experimentación artística, un curso de estilismo de moda y asesoría de imagen para eventos o visitas taller gratuitas para asociaciones culturales, entre otras muchas propuestas.

Y todo ello con un único objetivo: seguir consolidando al CAB como referencia cultural de la ciudad. En este sentido, el reto es cuantitativo y cualitativo a partes iguales. Cuantitativo, porque este año se espera superar la barrera de los 60.000 visitantes, que se quedó a las puertas de ser superada en 2015. Y cualitativo, porque la intención es que esos visitantes dejen de ser “pasivos” y comiencen a interactuar de lleno con la instalación.