Denuncian destrozos sistemáticos en la parte alta del Casco Histórico
La recién creada Agrupación del Casco Histórico Alto denuncia los numerosos destrozos ocasionados por jóvenes los fines de semana en el entorno
Piden al Ayuntamiento “medidas urgentes y efectivas” contra el botellón
Este fin de semana se han cebado con el ascensor del albergue
Una más. La recién creada Agrupación Casco Histórico Alto ha denunciado públicamente los destrozos a los que vienen siendo sometidos en los últimos meses muchos elementos urbanos de la zona de San Esteban y sus alrededores. En este caso, la gota que ha colmado el vaso ha sido la rotura de la cristalera que enmascara el ascensor del albergue de peregrinos durante la madrugada del sábado al domingo.
Según denuncian desde la organización, la cristalera ya había sido rota en una noche anterior. Además, en Carnavales fue el mismo ascensor con el que se cebaron los vándalos, logrando abrir la puerta superior a patadas y dejándolo totalmente inservible.
En este sentido, subrayan, “las calles adyacentes a la iglesia de San Esteban y la ladera situada enfrente, así como la muralla y el arco de San Esteban, son el marco constante de reuniones botelloneras multitudinarias, alcanzando habitualmente la cifra de varios cientos, una cifra que va en aumento”. Como consecuencia de estas reuniones, añaden, “los destrozos materiales son incontables: retrovisores y lunas rotas, puertas de edificios fracturadas, grafitis y pintadas en las fachadas”.
Eso en cuanto a propiedades privadas, porque la lista de destrozos en el mobiliario público es aún más sangrante, ya que el Ayuntamiento tuvo que retirar definitivamente tanto la marquesina de autobuses situada frente al CAB como la barandilla de cristal que marcaba la subida al Castillo. En ambos casos, los destrozos eran tan habituales que básicamente no salía a cuenta mantener ambos elementos.
Medidas
Y frente a eso, ¿qué se puede hacer? Según la Agrupación, más. “Los vecinos llaman constantemente al 112 y no pueden sino constatar que las pocas patrullas de Policía Local que acuden no son efectivas para aplicar la ordenanza municipal que prohíbe beber en la calle. Ni controlan las identidades, ni requisan las bebidas. Mucho menos valen para prevenir los constantes destrozos ocasionados y el lamentable estado de suciedad en el que amanecen cada semana estas calles y la ladera del Castillo”, aseguran al tiempo que piden al Ayuntamiento “medidas urgentes y efectivas para proteger el entorno del Casco Histórico alto”.