66-65. San Pablo Inmobiliaria recibe un injusto golpe donde más duele
Merecieron correr mejor suerte pero, una vez más, la suerte les dio la espalda y perdieron con un triple sobre la bocina
El pobre balance desde la línea de tiro libre (62 por ciento) impidió que los burgaleses cerrasen el partido
Anton Maresch jugó y sufrió la máscara que le protegía su maltrecha nariz. Nuria Rioja/Melilla
El baloncesto se está cebando con un San Pablo Inmobiliaria que encajó en Melilla la tercera derrota consecutiva, de nuevo, en un final en el que la moneda cayó de cruz para los burgaleses. Los hombres del técnico Diego Epifanio ‘Epi’ fueron de menos a más y tuvieron la victoria en su mano, hasta que un giro de guión dramático, en forma de triple local sobre la bocina, tornó todo el trabajo desarrollado durante todo el encuentro.
Ficha técnica
66 –Melilla Baloncesto: Asier Zengotitabengoa (11), Pelayo Larraona (3), Jorge Sanz (1), Pablo Almazán (5), Eduard Gatell (5), Héctor Manzano (11), Eloy Almazán (2), Javier González (0), Eduardo Hernández-Sonseca (7), Marcos Suka-Umu (12), Josep Franch (7), Brandon Edwards (2).
65 – San Pablo Inmobiliaria: Matija Poscic (2), , Roger Vilanova (4), Anton Maresch (4), Javi Vega (10), Justas Sinica (7), Augustas Peciukevicius (5), Filip Toncinic (15), Eduardo Martínez (11), Roger Fornas (7), Marco Proleta (0).
Cuartos: 16-13; 20-16; 8-20; 22-16.
Árbitros: Morales García-Alcaide y López Córdoba.
Incidencias: Vigésima jornada de la LEB Oro disputada en el pabellón Javier Imbroda ante unos 1.200 espectadores.
San Pablo fue mejor y estuvo a punto de doblegar a la considerada por muchos mejor plantilla de la liga. Sin embargo, la mala gestión de las últimas posesiones de partido y, sobre todo, un alarmante escaso acierto desde la línea de tiro libre, con 15 aciertos de 24 lanzamientos (62 por ciento), permitieron a Melilla contar con una última posesión de cuatro segundos que fue aprovechada por Marcos Suka-Umu. El alero madrileño se convirtió en el héroe del partido, marcando un triple sobre la bocina que dio la victoria a su equipo.
El partido arrancó con mucha igualdad trabajada desde la defensa de ambos conjuntos que iban de la mano en el marcador (7-7). Los locales estaban ligeramente más cómodos en el parquet y consiguieron irse un paso por delante en el marcador del final del primer cuarto (16-13).
Tras el acto inicial, Melilla recrudeció su ofensiva y San Pablo no pudo contenerla. Rápidamente los burgaleses encajaron la mayor diferencia en lo que iba de partido (21-13). Únicamente, pequeñas rachas de los visitantes les mantenían en una distancia de seguridad que les permitía irse al descanso a siete puntos (36-29).
Reacción inesperada
Si la primera mitad no se vio buen baloncesto, en la segunda San Pablo salió a dar una clase de trabajo. Su defensa zonal secó a Melilla y permitió a los visitantes igualar el partido poco a poco (38-38). La racha no acabó ahí y San Pablo se hizo con el control del partido, cerrando el tercer cuarto con 44-49 en el luminoso.
En el periodo final, los hombres de Epifanio sabían qué trabajo tenían que desempeñar para llegar al final del partido por delante en el marcador. Con la ventaja inicial de cinco puntos, San Pablo siguió poniendo en serios aprietos al ataque local. De hecho, la ventaja llegó a incrementarse hasta los siete puntos (48-55). Pero su juego fue de más a menos y la lucidez en ataque menguó. Los burgaleses apostaban por posesiones largas que evitasen la precipitación, objetivo que no se cumplió y los jugadores tuvieron que recurrir en demasiadas ocasiones a lanzamientos rápidos que acababan errando.
El partido se iba recrudeciendo y la visita a la línea de tiros libres se hacía cada vez más frecuente. Ahí fue donde San Pablo murió. Su pobre balance de 15 aciertos de 24 lanzamientos (62 por ciento) asaltó la mente de los jugadores del conjunto burgalés, después de que contemplasen a Marcos Suka-Umu elevándose en el aire y lanzando desde siete metros un balón que costó el partido al San Pablo.
La dolorosa derrota se suma a las dos anteriores, ante Actel Força Lleida y Quesos Cerrato Palencia, y deberá ser superada por el conjunto local que recibe el próximo viernes a las 21.00 horas en el polideportivo municipal El Plantío a Leyma Coruña.