4-0. Una goleada para olvidarse de la Copa del Rey

El Mirandés vuelve a sumar de tres en tres en su estadio tras golear al Osasuna en un partido marcado por dos penaltis y dos expulsiones

Los de Terrazas apretaron en el segundo tiempo y acabaron desquiciando al equipo navarro, que se marchó de Anduva escaldado

4-0. Una goleada para olvidarse de la Copa del Rey Eguaras encarrilló el choque desde el punto de penalti. LFP

La mejor manera de olvidar una decepción en esto del fútbol pasa por firmar una goleada ante tu afición. Y si no, que se lo digan al Mirandés, que esta tarde se desquitó del sabor agridulce de la eliminatoria de Copa del Rey frente al Sevilla abusando de un Osasuna que acabó desquiciado. Dos penaltis y dos expulsiones en el bando navarro desnivelaron el choque en el segundo tiempo, permitiendo al conjunto de Miranda volver a ganar en su casa dos meses y medio después.

Ficha Técnica

4 – CD Mirandés: Raúl; Galán, Álex Ortiz, Kijera; Eguaras, Rúper, Néstor Salinas, Provencio (Carnicer, min.46); Sangalli, Ion Vélez (Abdón Prats, min.71) y Álex García (Alain, min.84).

0 – CA Osasuna: Nauzet; David García, Unai, Miguel Flaño; Olavide, Roberto Torres, Mikel Merino, Buñuel (Martins, min.62), Oier; Kodro (Urko Vera, min.57) y Álex (Pucko, min.57).

Goles: 1-0, min.51: Eguaras (p); 2-0, min.65: Eguaras (p), 3-0, min.82: Néstor Salinas; 4-0, min.86: Abdón Prats.

Árbitro: Pizarro Gómez (Colegio Madrileño). Expulsó por doble amarilla a Miguel Flaño (min.65) y por roja directa a Merino (min.88) También mostró tarjeta a los jugadores locales Provencio, Sangalli y Kijera y a los visitantes Nauzet y Roberto Torres.

Incidencias: Partido correspondiente a la vigésimo tercera jornada de la Liga Adelante disputado en el estadio municipal de Anduva ante 4.830 espectadores. Alrededor de un millar de aficionados de Osasuna en las gradas.

Tardó en aparecer el fútbol sobre el césped de Anduva. El orden táctico de Osasuna maniató a los hombres de Terrazas, que gustan de un escenario abierto para desarrollar todo su potencial ofensivo. Por momentos, un entregado Ion Vélez parecía una isla a la que no llegaban los habituales centros laterales de Álex García y Sangalli. Tampoco pudieron lucirse delanteros navarros, que entraban en juego de manera demasiado intermitente como para generar peligro real. Sólo algún fogonazo de Oier por la banda derecha parecía despertar del letargo en el que también estaba sumida la parcela ofensiva de Osasuna. Eso sí, a falta de ocasiones claras, el partido ofrecía entrega, intensidad y mucha lucha, que por cierto, también se vivió en las gradas. Ambientazo en Anduva con la presencia de un millar de osasunistas.

El primero en probar fortuna sería Álex Ortiz, con un remate de cabeza a la salida de un saque de esquina que se marchó alto. Aquella ocasión, firmada en el minuto 12, pareció ser un aviso de lo que vendría en todo el primer tiempo, marcado por un constante quiero y no puedo de ambos equipos.

Y es que, la falta de profundidad impidió cualquier acercamiento serio de peligro y sólo alguna ocasión aislada puso en tensión a las gradas. Álex García, que acabó ovacionado por Anduva, lo intentó por partida doble, igual que Néstor Salinas, pero la puntería aún estaba en los vestuarios. También la de Osasuna, por cierto, que propuso aún menos profundidad que los hombres de Terrazas. Apenas dos lanzamientos de cierto peligro y una ocasión en la que Kodro no supo qué hacer con el balón dentro del área y acabó desaprovechando una buena oportunidad.

Poco más dio de sí el primer tiempo, que acabó muriendo sin un dominador claro y con la sensación de que faltaba algo para animar la situación. Y vaya si se animó. Nada más regresar al terreno de juego, el Mirandés abriría el marcador de penalti. En el minuto 50, Unai Medina -protagonista de la alineación indebida del Osasuna en el choque de Copa– desviaba con la mano un remate de Álex Ortiz y el trencilla no lo dudaba. Eguaras asumió la responsabilidad y batió sin contemplaciones a Nauzet. No sería la última vez.

Penalti y expulsión

A raíz del gol, el Mirandés dio un paso al frente y comenzó a encerrar al conjunto navarro en su campo hasta que encontró el premio gordo. En el 65, Miguel Flaño zancadilleaba a Álex García y el árbitro volvía a señalar los once metros. Una vez más, Eguaras fusilaba a Nauzet para dejar encarrilado el choque. Para más inri, la entrada le había costado la segunda amarilla a Flaño, que dejó a su equipo con 10.

El partido acababa de morir, y aunque Osasuna intentó la desesperada, sólo encontró disgustos. En primer lugar, porque los navarros, que ya contaban en el campo con Urko Vera, se estrellaron una y otra vez contra la muralla rojilla. Y en segundo lugar, porque los espacios que dejaron atrás acabaron pasando factura. En el 82, Néstor Salinas culminaba una gran jugada colectiva para poner el tercero en el marcador, y cuatro minutos después, Abdón Paats redondeaba la goleada con un buen disparo cruzado. Para colmo de males, Merino vio la roja directa mientras el balón regresaba al centro del campo. Algo feo le tuvo que decir el centrocampista al árbitro.

Sea como fuere, Anduva ya era una fiesta. Dos meses y medio después, el Mirandés volvía a ganar en su estadio, y lo hacía con goleada ante un rival que se antojaba harto complicado, por cuanto que había ganado los tres enfrentamientos previos esta temporada. Con este resultado, los hombres de Terrazas mantienen firme su candidatura y se consolidan al acecho de los puestos de play off, unos puestos que intentarán alcanzar el próximo fin de semana en Lugo.