El PCAS quiere dar una segunda vida al Hospital General Yagüe

A través de Change.org, Domingo Hernández iniciaba una recogida de firmas pidiendo la paralización de la demolición

Los castellanistas defienden que el buen estado estructural del edificio permite acondicionarlo para otros usos

Sus propuestas se centran en una residencias para mayores, dependencias administrativas y actividad comercial

El Partido Castellano (PCAS) no está por el derribo del antiguo Hospital General Yagüe. De ahí que los castellanistas, a través de su secretario provincial, Domingo Hernández, abriesen hace algunos meses una campaña de recogida de firmas en la plataforma Change.org que ha ido recabando apoyos hasta situarse actualmente en los 331. Esta petición viene a recoger la propuesta de dar una segunda vida al gran edificio que corona la avenida del Cid. Desde el PCAS aseguran que estructuralmente está en buenas condiciones y que únicamente con una pequeña inversión para su acondicionamiento podría devolver la actividad a una zona que ha sentido mucho su cierre.

El edificio cuenta con nueve plantas, varios edificios anexos y 52.000m² construidos

El Hospital fue inaugurado en 1960 y su constante atención le permitiría “ser utilizado durante décadas de manera eficiente”, recuerdan los castellanistas justo la semana en la que se han adjudicado las obras de derribo del inmueble. Es por esto que entienden que hay usos y funciones que darle al bloque de nueve plantas y 52.000 metros cuadrados, como por ejemplo el de una residencia pública de mayores que se complemente con apartamentos tutelados. Esta actividad ocuparía el 40 por ciento de la habitabilidad del edificio, según el PCAS.

Por otro lado, la formación asegura que el bloque podría servir para reunir diferentes oficinas de instituciones públicas que hoy se encuentran deslocalizadas, simplificando la gestión burocrática a los ciudadanos y ahorrando en alquileres y gastos de desplazamiento. Para este cometido, los castellanistas estiman que podría ocuparse otro 40 por ciento del edificio. El 20 por ciento restante se dedicaría a la actividad comercial, función que, además, reportaría al Ayuntamiento unos diez millones de euros -según cálculos del PCAS-, que podrían utilizarse en una rehabilitación integral.

A través de este plan, los castellanistas creen en un uso del edificio que ahorraría el coste de la demolición, estimado en algo más de un millón y medio de euros, y no dejaría un enorme solar vacío que tardará años en verse construido de nuevo con costes superiores a los cien millones de euros.