Morro, picadillo y morcilla para una matanza al estilo de San Cristóbal

La Cofradía de San Antón organiza la actividad desde hace tres décadas, tras recuperar la tradición en 1985

Se reparten alrededor de 1.500 raciones de morro, morcilla y picadillo, acompañadas de vino y pan

Cada pincho cuesta 2 euros, dinero con el que se sufragan los gastos, dado que no cuentan con ayuda municipal

Morro, picadillo y morcilla para una matanza al estilo de San Cristóbal Los pinchos llevan morcilla, morro y picadillo. PCR

La Cofradía de San Antón está empeñada en que la tradición de la matanza, que se viene celebrando durante 31 años consecutivos en San Cristóbal, no se pierda. A pesar de no contar con ayuda municipal, grandes y pequeños trabajan intensamente edición tras edición para ofrecer a los burgaleses unos “generosos” pinchos de morcilla, morro y picadillo, que se preparan al “modo tradicional”, recuerda Pablo Dionisio Fraile. Siguen las indicaciones de los más “mayores”, esos que recuperaron la tradición de la matanza en el año 1985 y que siguen al pie del cañón.

Esta jornada de domingo, que parece de todo menos invernal, la Cofradía ha repartido alrededor de 1.500 raciones, elaboradas con 800 morcillas, 200 kilos de picadillo y 150 caretas. La  matanza comenzó el pasado viernes, cuando se sacrificó al cerdo y se vació. Limpieza, preparación de las tripas, picado de la carne…, lo gordo de la labor se llevó a cabo ayer sábado. Y hoy ha tocado preparar el picadillo, asar el morro y cocer las morcillas, bajo la supervisión todo ello del presidente de la Cofradía, José Antonio Esteban. Una intensa mañana que ha concluido a las 13:30, con el reparto de los pinchos.

Fraile lamenta no contar con ayuda municipal para costear los 4.000 euros que cuesta la actividad

Por 2 euros, los vecinos que se han acercado han disfrutado de las tres viandas, acompañadas de pan y vino. Fraile asegura que se ven obligados a cobrar por los pinchos para sacar el dinero necesario para organizar la matanza. Y es que tiene un coste aproximado de 4.000 euros y no suelen contar con ayuda municipal. Hace al menos 5 años que no llega subvención del Ayuntamiento, así que tiran con esta recaudación y sus propios recursos. Aún así, Fraile insiste en que son generosos a la hora de repartir las raciones, de ahí que el éxito del evento, al que se acercan vecinos de barrios tan “lejanos” como San Pedro de la Fuente, por ejemplo.

Fraile  comenta que “es de agradecer” el esfuerzo que han realizado los más mayores del barrio, que recuperaron la tradición en el año 1985 y la han mantenido viva durante tres décadas. Ahora les toca a los más jóvenes continuar con la iniciativa, ya que consideran que es “bueno para el barrio”, aunque suponga un gran trabajo para los miembros de la Cofradía y los voluntarios que colaboran en esta jornada. Por ese motivo, Fraile critica que el Ayuntamiento no les apoye económicamente, cuando sí apoya a otros. Y es que “hay tradiciones de primera, de segunda y de tercera”, se lamenta.