1-2. Nuevo golpe de autoridad en La Romareda
El Mirandés consigue anular al Zaragoza con oficio y suma una nueva victoria fuera de casa que le permite acercarse a los puestos de play off
Un golazo de volea de Eguaras y otro tanto de Álex García bastan para decidir un choque en el que el Zaragoza llegó a empatar de la mano de Ángel
Nuevo golpe de autoridad en uno de los grandes escenarios del fútbol español. El Mirandés volvió a dejarse hoy el miedo escénico en casa y asaltó La Romareda venciendo al Zaragoza por 1-2 en un partido en el que los rojillos tiraron de oficio para vencer a un rival que se antoja directo, pero que se mostró demasiado irregular una jornada más. Un golazo de Eguaras en la primera parte y otro de Álex García en los primeros compases de la segunda hicieron inútil el empate de Ángel.
Ficha Técnica
1 – Real Zaragoza: Bono; Isaac (Nieto, min.16), Vallejo, Rubén, Cabrera; Erik Morán, Dorca (Sergio Gil, min.55), Diamanka; Hinestroza, Ángel, Pedro (Dongou, min.66).
2 – CD Mirandés: Raúl; Galán, Ortiz, Kijera; Eguaras, Lázaro, Néstor Salinas, Provencio (Moreno, min.90); Lago Junior, Ion Vélez (Abdón Prats, min.78) y Álex García (Sangalli, min.66).
Goles: 0-1, min.20: Eguaras; 1-1, min.40: Ángel; 1-2, min.51: Álex García.
Árbitro: Ocón Arráiz (Comité Riojano). Mostró tarjeta amarilla a los jugadores locales Nieto, Morán y Rubén y al visitante Provencio.
Incidencias: Partido correspondiente a la vigésimo segunda jornada de la Liga Adelante disputado en La Romareda ante 16.157 espectadores.
Partido sin dueño en los primeros compases, en los que ambos equipos se mostraron quizá demasiado fríos y faltos de ideas en la elaboración. El Mirandés, fiel a su estilo, adelantó hasta el extremo sus líneas de presión e intentó dificultar cualquier salida controlada de un Zaragoza que quería jugar la pelota, pero que no terminó de sentirse cómodo sobre el terreno de juego. De hecho, a medida que pasaban los minutos, el Mirandés fue creciendo e imponiendo el ritmo que quería, obligando al conjunto maño a buscar la calidad individual de hombres como Ángel o Hinestroza para generar peligro. Un peligro que, eso sí, fue muy puntual. Apenas un par de remates en toda la primera parte.
Todo lo contrario que el Mirandés, que tras unos primeros minutos faltos de profundidad, consiguió encajar todas las piezas para desarrollar su juego. La segunda línea de ataque presionaba bien y los robos de balón en campo contrario se convirtieron poco a poco en una constante. Sin embargo, seguía faltando ‘ese’ último pase o ‘ese’ remate a balón parado. Hasta que llegó Eguaras. El centrocampista encarriló el choque para los rojillos en el 20, aprovechando un rechace de Bono para firmar uno de los mejores goles de la temporada. El cancerbero argentino decidió despejar de puños en vez de blocar y el Eguaras engatilló una tremenda volea con la zurda desde 25 metros que se coló por la escuadra. En serio, uno de los mejores goles de la temporada.
A partir de ahí, el Mirandés se vino arriba y en apenas 10 minutos dispuso de hasta tres ocasiones clarísimas para poner el segundo en el marcador. Sin embargo, ni Eguaras, con un disparo lejano, ni Ion Vélez, con una jugada trabada que acabó con remate en el segundo palo y un despeje salvador de Vallejo, ni Lago Junior, que no pudo aprovechar un mano a mano ante Bono bien atajado por el portero, encontraron fortuna.
Quien sí la tuvo fue Ángel, que aprovechó una ocasión aislada en la recta final del primer tiempo para batir a Raúl y empatar de nuevo el choque. El delantero canario se encontró con un magnífico servicio de Pedro dentro del área chica y no perdonó con un buen zurdazo ante el que poco pudo hacer el portero vizcaíno.
Oficio
Tras el paso por vestuarios y con la sensación de haber dejado vivo al rival, el Mirandés regresó al campo con una marcha más. Aún así, fue el Zaragoza el primero en generar peligro, una vez más, gracias a la velocidad de sus hombres de bandas, que, eso sí, no acertaron a superar a Raúl, muy seguro en todas sus intervenciones. Al margen de algún acercamiento aislado por parte del conjunto maño, volvió a ser el Mirandés el encargado de poner el ritmo al partido, apostando por un juego vertical y transiciones rápidas en busca del hueco. Y la propuesta tuvo premio. En el 51, Álex García culminaba una gran jugada colectiva nacida de una recuperación en el centro del campo y batía a Bono para poner el 1-2 definitivo.
A raíz del segundo del Mirandés, el Zaragoza lo intentó todo, pero apenas si pudo superar la barrera rojilla. Los hombres de Terrazas leyeron a la perfección el partido y, sin renunciar en ningún momento a sus señas de identidad y a la apuesta ofensiva, cerraron filas para anular la capacidad creativa del equipo maño, demasiado encomendado a la calidad individual de sus hombres. El problema de esa apuesta es que es muy arriesgada y ni siquiera Dongou, que debutó con la camiseta blanca, fue capaz de superar el orden táctico mirandés.
Cierto es que Cabrera lo intentó en el 55 con un cabezazo franco en el segundo palo y que Pedro desaprovechó un mal rechace de Raúl disparando fuera en el 63, pero el partido acabó jugándose más en campo maño. De hecho, Ion Vélez y Néstor Salinas también pudieron sentenciar el choque en los últimos minutos con sendos contragolpes, pero el partido ya estaba decidido desde hace tiempo. Al final una nueva victoria a domicilio que acerca a los rojillos a puestos de play off y les aporta la confianza necesaria para afrontar la vuelta de la Copa del Rey en busca de la épica.