Las BRIF intentarán retomar las negociaciones con Tragsa en este 2016
Los trabajadores encomendarán a los sindicatos que muevan ficha para forzar a la empresa a reiniciar conversaciones
Las bases rechazaron en diciembre el preacuerdo al considerar “insuficientes” algunas de las principales propuestas
El colectivo trabaja en estos momentos en servicios de prevención a la espera de que se firme una nueva encomienda
Tras cuatro meses de reivindicaciones, y una huelga indefinida, el colectivo BRIF decía ‘No‘ el pasado 18 de diciembre al preacuerdo con Tragsa. Los escasos avances en el reconocimiento de la categoría profesional de bombero forestal y una subida salarial del 11 por ciento vinculada a una nueva exigencia de disponibilidad fueron los principales obstáculos para firmar un acuerdo definitivo con la empresa concesionaria de un servicio, el de las Brigadas de Refuerzo contra Incendios Forestales, que depende del Ministerio de Medio Ambiente. Ahora, toca replantearse la situación.
Aprovechando la renovación de la junta directiva de la Asociación de Trabajadores de las BRIF, los profesionales tienen la intención de pedir a sus representantes sindicales que muevan ficha para retomar las negociaciones con Tragsa. Si bien es cierto que la empresa no ha contestado “formalmente” a la comunicación del rechazo al acuerdo realizada por el Comité de Empresa, explica Jorge Nieto, está claro que si las BRIF quieren volver a sentarse a hablar, deberán ser los sindicatos lo que intenten forzar a Tragsa a entrar en una nueva fase de conversaciones.
Y es que el colectivo no desiste de sus reivindicaciones. La principal, conseguir ese reconocimiento como bomberos forestales, aunque son muy conscientes de que se trata más de un asunto “político” que laboral y que no está al 100 por cien en manos de Tragsa, aunque sí se les puede forzar y, a través de ellos, también al MAGRAMA. Igualmente, los trabajadores insisten en mejorar sus condiciones salariales, frente a unas retribuciones que rondan los 900 euros al mes, pero rechazan que cualquier incremento se asocie a una condición extra, como era el requisito de disponibilidad.
El contrato con el MAGRAMA expiró el 23 de diciembre y ahora se trabaja con una prórroga
Por lo que respecta a la creación de una 2ª actividad, el acuerdo estaba cerrado con intención de empezar a aplicarlo en este 2016, creando las primeras plazas para dar cabida a los compañeros que no pasan las pruebas físicas. La negociación abarcó también otros “flecos” y planteamientos que venían a mejorar las condiciones laborales, en términos generales, e incluso se llegó a hablar de la elaboración de un convenio colectivo propio. Ahora habrá que esperar a ver si Tragas están dispuesta a sentarse a negociar y, sobre todo, si quiere respetar los puntos de encuentro conseguidos.
En servicio
Y mientras, el colectivo BRIF continúa trabajando. En estos momentos se encuentran activos los servicios preventivos, que funcionarán hasta el 31 de mayo. Además, entre febrero y abril se podrán en marcha las BRIF de invierno, cinco bases con dos cuadrillas y un helicóptero preparadas para las labores de extinción. Y, luego, llegará la campaña estival entre el 1 de junio y el 15 de octubre. Eso siempre que el MAGRAMA firme una nueva encomienda con Tragsa, dado que el último contrato expiró el 23 de diciembre y ahora se trabaja con una prórroga de cuatro meses, recuerda Nieto.
Con respecto a esa nueva encomienda, los trabajadores buscarán que no se cierre de manera “unilateral” y que tanto Tragsa como el MAGRAMA les tengan en cuenta de cara a fijar las condiciones del nuevo servicio. Nieto explica que precisamente por el hecho de trabajar bajo contrato, y ser fijos discontinuos, el ERE planteado por Tragsa no les afecta. Se puede decir que las BRIF están sometidas a un constante expediente de regulación de empleo, puesto que la encomienda se puede firmar por tres años, como la última, o por una campaña.