La provincia de Burgos perdió otros 2.898 habitantes durante el 2014
La provincia de Burgos cumple con la tendencia general y vuelve a registrar un descenso de población tras la pérdida de 1.839 ciudadanos extranjeros
La capital registra un descenso de población del 0,38 por ciento
La pérdida de habitantes se repite en casi todos los ámbitos
Un nuevo descenso. La provincia de Burgos perdió durante el 2014 otros 2.898 habitantes (un 0,78 por ciento). Así al menos lo demuestran las cifras del padrón a 1 de enero de 2015 publicadas ayer por el Instituto Nacional de Estadística (INE) -los datos definitivos suelen hacerse públicos con un año de retraso-, que reflejan que el reajuste poblacional iniciado con el estallido de la crisis aún no ha concluido.
Con 177.100 habitantes, la capital aglutina el 48,65 por ciento de la población de toda la provincia
Así, la provincia cerró el pasado 2014 con una población censada de 364.002 habitantes, un dato que no se veía desde 2006. Muy lejos quedan aquellos años en los que el rebufo de la bonanza económica permitió que Burgos sobrepasara la barrera psicológica de los 370.000 habitantes. Ahora, la realidad es bien distinta y la provincia se ha apuntado otro descenso, aunque eso sí, inferior al registrado en 2013.
En total, Burgos contaba a principios del año pasado con 182.142 hombres y 181.860 mujeres en el padrón, unas cifras inferiores en ambos casos a las registradas a principios de 2014. También descendió, y de manera muy significativa, el número de inmigrantes, que pasó de 28.604 a 26.765 (1.839 menos, un 6,4 por ciento). Sin duda, la compleja situación económica y la falta de unas oportunidades que a principios de siglo si que existían están obligando a cientos de extranjeros a volver a sus países de origen.
Eso sí, la tendencia acumulada durante el 2014 en la provincia de Burgos es muy similar al comportamiento registrado en el conjunto del territorio nacional, aunque con ciertos matices. Y es que, a pesar de que la población española también retrocedió, lo hizo a un ritmo menor que en Burgos (un 0,31 por ciento) y siempre a merced de la evolución de la población extranjera. De hecho, los nuevos nacimientos permitieron en 2014 contrarrestar en parte la pérdida de población extranjera (293.843 extranjeros menos) y el país ‘sólo’ perdió 146.959 habitantes en el cómputo general, hasta alcanzar los 46.624.382. En Castilla y León, el descenso poblacional fue de 22.738 habitantes (un 0,91 por ciento), hasta situarse en los 2.472.052.
En todos los ámbitos
Entrando al detalle de los datos referentes a Burgos, se observa el mantenimiento de la tendencia acumulada en los últimos ejercicios. Así, la provincia registró un descenso poblacional de mayor o menor relevancia en prácticamente todos los indicadores y, sobre todo, en casi todos los municipios de más de 5.000 habitantes. Sólo Medina de Pomar ganó población en 2014, y lo hizo casi de manera residual, incrementándose con 50 vecinos nuevos.
De los grandes municipios, sólo Medina de Pomar ganó población, y de manera residual
En el caso concreto de la capital, que con 177.100 habitantes aglutina el 48,65 por ciento de la población total de la provincia, el descenso registrado en 2014 fue del 0,38 por ciento (676 vecinos menos). Al igual que en el resto de gráficas, este descenso poblacional vino motivado en gran medida por la pérdida de población inmigrante, que se vio reducida en 528 vecinos. Aún así, a principios del año pasado había censados en la capital un total de 12.747 inmigrantes.
Sin duda, la peor noticia para Burgos pasa por la pérdida de población activa. En total, el número de vecinos en edad de trabajar (entre 16 y 64 años) se vio reducido en 1.412 (un 1,22 por ciento). En el lado contrario, el único dato en positivo -en términos cuantitativos, que no cualitativos- es el incremento del número de habitantes mayores de 65 años, un grupo de edad en el que se ganaron 691 vecinos. Mientras tanto, el número de menores de 16 se mantuvo prácticamente inalterado. Vamos, que la población de la capital está cada vez más envejecida.
Miranda y Aranda
Similares impresiones se rescatan del estudio de los datos del padrón en Miranda de Ebro y Aranda de Duero, los otros dos grandes municipios de la provincia. Eso sí, el descenso poblacional a orillas del Ebro fue incluso más pronunciado. La ciudad perdió en 2014 un total de 551 vecinos (un 1,5 por ciento) hasta situarse en 36.173 vecinos, una cifra muy alejada de los mejores datos registrados antes de la crisis.
Por su parte, el descenso de población en la capital de La Ribera fue algo más contenido. En total, 185 personas abandonaron en 2014 la villa, situando su población en 33.065 vecinos. En este caso, la práctica totalidad de los habitantes perdidos (183) eran inmigrantes.