¡Qué viva San Antón con titos para todos!
San Antón volvió a estar arropado por muchos burgaleses, muchas mascotas y, sobre todo, muchos titos
La Cofradía del santo repitió el éxito de siempre y repartió 10.500 raciones a base de 2.200 kilos de titos
A golpe de cuchara se ha celebrado un año más una tradición que honra a San Antón y, a su vez, llena el estómago de miles de burgaleses. Los titos no han faltado a una fiesta en la que los animales son bendecidos y las cazuelas llenadas de un alimento tan humilde como sano. Una vez más, 2.200 kilos de titos han salido de las 17 calderas cocinadas por la Cofradía de San Antón y han llenado cientos de ‘tuppers’, cazuelas, cacerolas, cuencos y hasta calderos que los vecinos han llevado hasta la sede. En total, 10.500 raciones han sido entregadas a los asistentes.
Más de un centenar animales, sobre todo de perros, esperaron la bendición de San Antón
Pero antes, el párroco de Santa María la Real y Antigua de Gamonal, Domiciano Juarranz, ha ofrecido una multitudinaria misa de las doce. Después ha salido a los pies de la iglesia para bendecir a los animales domésticos que esperan cada año pacientes, junto a sus dueños, el toque del agua bendita.
Al otro lado de la carretera, esperaban rebosantes las 17 calderas con 2.200 kilos de titos a ser bendecidas y catadas por el párroco y autoridades locales del Ayuntamiento, la Diputación y la Junta de Castilla y León. Recibidos los deseos de buen provecho, los titos han comenzado a servirse a los pacientes burgaleses que aguantaban estoicamente su espera en una fría mañana de invierno.
La charanga ha amenizado una espera a la que se han sumado unos agradecidos rayos de sol, para hacer un poco más llevadera la espera. Los burgaleses, a su paso por las calderas, salían con cara de satisfacción porque un año más se había cumplido con una tradición de, ni más ni menos, 514 años.