4-0. El Mirandés recibe una cura de humildad
El Mirandés recibe la mayor goleada de la temporada frente al Leganés apenas unos días después de exhibirse en Copa frente al Deportivo
El conjunto madrileño fue muy superior a los rojillos en todas las facetas
De tocar el cielo a caer en la profundidad de los infiernos. Un timorato Mirandés recibió hoy una cura de humildad en Butarque, donde el Leganés aprovechó su total superioridad para endosar a los pupilos de Terrazas la mayor goleada de la temporada. Cuatro goles como cuatro losas fueron el resultado de un partido dominado de principio a fin por el conjunto madrileño, que en los primeros 20 minutos ya había sentenciado el choque con tres goles prácticamente consecutivos. La segunda parte fue apenas un epílogo intrascendente en el que, lejos de recortar diferencias, los rojillos vieron cómo los hombres de Garitano redondeaban la goleada.
Ficha Técnica
4 – CD Leganés: Serantes; Víctor Díaz, Albizua, Bustinza, César Soriano (Luis Ruiz, min.46); Alberto Martín, Sastre, Gabriel; Omar (Borja Lázaro, min.58), Szymanowski (Toni Dovale, min.71) y Rubén Peña.
0 – CD Mirandés: Raúl; Moreno, Ortiz, Javi Cantero (Galán, min.46); Eguaras, Lázaro (Rúper, min.65), Néstor Salinas, Provencio; Lago Junior, Ion Vélez y Álex García (Sangalli, min.46)
Goles: 1-0, min.7: Rubén Peña; 2-0, min.9: Szymanowski; 3-0, min.20: Rubén Peña; 4-0, 68: Gabriel.
Ábritro: Ruipérez Marín (Comité Castellano-Manchego). Mostró tarjeta amarilla a los jugadores locales Omar Ramos y Bustinza y a los visitantes Javi Cantero, Lázaro, Néstor Salinas y Moreno.
Incidencias: Partido correspondiente a la vigésimo primera jornada de la Ligan Adelante disputado en Butarque ante 4.314 espectadores.
Quizá el esfuerzo de la Copa pasó demasiada factura al Mirandés, o puede que, simplemente, el Leganés hiciera un partidazo. Lo que está claro es que desde el pitido inicial, sólo hubo un equipo sobre el campo. El Leganés, que ha cerrado la primera vuelta del campeonato manteniéndose invicto en Butarque, había tomado buena nota de cómo meter mano a los hombres de Terrazas, y en apenas veinte minutos desarboló toda su propuesta y sentenció el choque.
Ya desde los primeros compases quedó claro que el conjunto madrileño había saltado al campo con una marcha más. Con un orden táctico inmaculado y la línea de presión muy avanzada, el Leganés se hizo dueño y señor de la pelota, imprimiendo un ritmo infernal al juego. Un ritmo que el Mirandés no fue capaz de mantener en ningún momento.
Fruto de esa situación, el Leganés no tardaría en abrir el marcador. En el minuto siete, una recuperación en la banda izquierda del ataque blanquiazul era culminada por Rubén Peña, que batía con un gran disparo cruzado a Raúl. Primer mazazo. Apenas dos minutos después, Lázaro cometía un error en la salida de un balón y Szymanowski aprovechaba para volver a batir al cancerbero vizcaíno con otro disparo cruzado. Segundo mazazo. Y en el 20, Rubén Peña culminaba un contragolpe de libro en el que participaron Gabriel y Szymanowski, marcando con un remate a bocajarro ante el que Raúl poco pudo hacer. Tercer mazazo. Partido resuelto.
Cariacontecidos, los rojillos veían cómo todos los elogios recibidos durante la semana por su espectacular clasificación para cuartos de final de la Copa del Rey caían por su propio peso. Ni orden táctico, ni intensidad ni ideas en la parcela ofensiva. Ni siquiera algún balón aislado sobre Lago Junior o algún otro. Nada. Los hombres de Terrazas sólo fueron capaces de empezar a discutir la posesión y el ritmo en los compases finales, pero ni con esas. La única opción de peligro real del Mirandés en el primer tiempo vino a balón parado en el 35, con un buen saque de falta lateral que acabó muriendo en la orilla. Mientras tanto, el Leganés pudo incrementar su ya cómoda ventaja con sendas ocasiones de Omar y Szymanowski.
El enfado de Terrazas era monumental y el técnico vizcaíno no se lo pensó dos veces, aprovechando el descanso para dar entrada a Sangalli y Galán por Álex García y Javi Cantero, respectivamente. Ese doble cambio pareció dar otro aire al equipo, que regresó de vestuarios algo más enchufado y, sobre todo, con un ritmo muchísimo más elevado. Lago Junior, que se desplazó a la izquierda para jugar a banda cambiada, pudo recortar diferencias con una gran internada en el 53, pero su disparo se estrelló en el larguero.
Partido roto
La necesidad de marcar rápido obligó al Mirandés a abrir aún más el campo e intentar romper el partido, un escenario en el que el Leganés siguió sintiéndose cómodo. Un 3-0 en casa no es para menos. Sin embargo, los hombres de Terrazas se dejaron las ideas en Miranda y apenas fueron capaces de generar peligro real sobre la portería de un Serantes al que no se le puso en apuros.
Lejos de ello, el Leganés, que mantuvo en todo momento su solidez y su orden defensivo, se aprovechó de los espacios que dejó el Mirandés atrás para intentar cerrar la goleada. Rubén Peña pudo marcar el cuarto en el minuto 60 con un disparo seco desde la frontal que se estrelló en el larguero. El extremo diestro buscaba el hat trick, pero se quedó sin premio. No así Gabriel, cuyo partidazo acabó teniendo recompensa. En el 68, Peña -quién si no-, aprovechaba un error en la salida del Mirandés para poner un gran centro desde la izquierda y conectar con Gabriel, que remató completamente libre de marca en el área chica. Cuarto mazazo. Raúl no se lo podía creer.
Poco más dio de sí ya el partido. El Leganés se dio por satisfecho con el resultado, aunque Borja Lázaro pudo marcar el quinto con un remate ligeramente desviado habrá tiempo para lamerse las heridas, mientras el Mirandés pedía la hora para acabar cuanto antes con la agonía. El próximo jueves, el conjunto rojillo tiene otra cita con la historia en el Sánchez Pizjuán. Quizá, los sinsabores de la Liga pasen mejor con un buen resultado ante el Sevilla. De momento, Unai Emery tomó buena nota de cómo ganar a los rojillos en las gradas de Butarque.