Posible ampliación del plazo de la obra del campo de rugby de San Amaro
La concejala de Deportes asegura que el Consistorio está dispuesto a ampliar el plazo de la obra para que Dragados construya la grada comprometida
En caso contrario, el Ayuntamiento podría llegar a rescindir el contrato
Ha finalizado el plazo de ejecución y la obra no está completa. Así de simple. Dragados no ha cumplido con todos los compromisos alcanzados con el Ayuntamiento a respecto de la remodelación del campo de rugby de San Amaro y la instalación sigue sin poder ser utilizada a la espera de un hipotético desbloqueo de la situación.
Las obras comenzaron a finales de agosto y tendrían que haber acabado antes del 31 de diciembre
Las obras comenzaron a finales de agosto y tendrían que haber acabado antes del 31 de diciembre
Según reconoció ayer la concejala de Deportes, Lorena de la Fuente, ya ha habido varios contactos con la empresa y está previsto que la próxima semana se vuelvan a reunir ambas partes para intentar desbloquear la situación. De momento, el Ayuntamiento está dispuesto a “dar una ampliación de plazo” para que concluyan las obras en la grada lateral, que es el objeto de la disputa entre el Consistorio y la empresa. Por partes.
Durante el proceso de adjudicación, Dragados incorporó a su oferta la remodelación del antiguo graderío como obra complementaria a la reforma del propio terreno de juego. Sin embargo, una vez realizada la intervención vinculada al objeto inicial del contrato, la empresa ha planteado la necesidad de incrementar el presupuesto destinado directamente a la construcción de la nueva grada, argumentando un coste de alrededor de 100.000 euros, que choca frontalmente con los cálculos realizados por los técnicos municipales, que cifran esa intervención en alrededor de 30.000 euros.
Esa divergencia de criterios ha motivado una paralización de la obra, que en principio no será recibida -y pagada- por el Ayuntamiento hasta que no se culminen los trabajos. De esta forma, De la Fuente confió ayer en que la empresa acepte una ampliación del plazo y acometa en las próximas semanas la construcción de la nueva grada. En caso contrario, el Consistorio podría rescindir un contrato valorado inicialmente en casi un millón de euros.
A la espera
Pero mientras tanto, esta situación ya está provocando un daño colateral. Y es que, el equipo de rugby de la ciudad, el UBU Aparejadores, continúa sin poder utilizar el que ha sido su terreno de juego durante los últimos años. En su lugar, el conjunto está usando los campos anexos a la pista de atletismo de San Amaro, que el pasado fin de semana se anegaron, imposibilitando el desarrollo del partido del equipo y obligando a su aplazamiento.