Salinero quiere proyectos que “liguen” a la gente con su barrio frente a “obras sushi”
Imagina plantea sustituir el urbanismo “bello y poco funcional” por otro que cubra las necesidades de los vecinos
Propone crear un censo de zonas degradadas y, con colaboración ciudadana, definir las inversiones a realizar
Imagina quiere “erradicar” de la escena burgalesa lo que ha venido a denominar “urbanismo sushi”. Es decir, obras que son “bonitas, bellas, pero poco funcionales”. Es el tipo de urbanismo que ha desarrollado el Partido Popular durante sus años de gobierno, ha asegurado Raúl Salinero, y que además de ser “poco rentable socialmente”, genera también “mecanismos de enriquecimiento de unos pocos”. La fórmula del “dedazo” marca la redacción de los proyectos y su ejecución, ha insistido el portavoz municipal, dando lugar finalmente a “obras sin alma”.
Por ese motivo, la formación presentará una proposición en el Pleno del viernes, con la pretende conseguir un acuerdo municipal que permita instaurar un nuevo modelo de urbanismo en la ciudad, poniendo además los pilares de los presupuestos participativos. Imagina apuesta por elaborar un censo de las zonas degradadas de la ciudad, en el que se identifiquen necesidades de los barrios con la ayuda de sus vecinos. Con la información recabada, y en base a la idea de presupuestos participativos, se priorizarían las inversiones a llevar a cabo.
La formación propone también que se utilice la fórmula de los concurso de ideas para los diseños
Raúl Salinero considera que, mediante este modelo, “cada barrio tendría su propia identidad” y, además, vería cubiertas todas sus necesidades. Y para que la idea fructifique sería necesario crear una instrucción municipal, ha explicado el portavoz, que además determinase que los proyectos de los barrios se planifiquen a través de un concurso de ideas. De este modo, el urbanismo serviría para “mejorar la vida cotidiana, estructurar los barrios y ligar a los ciudadanos con los mismos”, ha insistido Salinero, quien ha recordado también que, en muchos casos, las inversiones que se necesitan son mínimas pero de gran funcionalidad social.
Sin “alma”
Pero, ¿qué es eso del urbanismo “sushi”? Salinero ha asegurado que en la ciudad contamos con numerosos proyecto que encajarían en este peculiar concepto y pone dos ejemplos. El Bulevar del Ferrocarril, que estéticamente es muy bonito pero poco práctico. Las marquesinas no protegen ni del frío ni de la lluvia, las luminarias “gotas de agua” se rompen a la mínima y los espacios verdes son de difícil mantenimiento. O el ARCH del Centro Histórico, con un pavimento que resbala cuando está mojado o unas escaleras eléctricas que casi nunca funcionan.