0-3. El Mirandés se exhibe en Riazor y se mete en cuartos
El Mirandés golea al Deportivo de La Coruña en Riazor y se clasifica por méritos propios para los cuartos de final de la Copa del Rey
Provencio, con dos goles, y Abdón Prats devuelven la ilusión a la parroquia rojilla, que recupera los recuerdos de la Copa de hace cuatro años
Se abre la veda de los sueños. El CD Mirandés escribió esta noche un capítulo más en su idílica historia en la Copa del Rey, clasificándose para cuartos de final tras protagonizar una auténtica exhibición de eficacia en Riazor. El conjunto rojillo, que afrontaba el partido de vuelta con la necesidad de marcar para contrarrestar el empate cosechado por el Deportivo de La Coruña la semana pasada en Anduva, cumplió a rajatabla el guión que cualquier aficionado hubiera firmado antes del choque. Tres goles marcados en momentos clave decidieron el partido ante un Depor inoperante que se vio superado en casi todas sus líneas.
Ficha Técnica
Deportivo: Manu Fernández; Laure, Lopo, Rober, Luisinho; Juan Domínguez (Bergantiños, min46), Mosquera, Jonás (Lucas Pérez, min.61); Fede Cartabia, Oriol Riera, Cardoso (Luis Alberto, min.46).
Mirandés: Raúl; Moreno, Álex Ortiz, Javi Cantero; Eguaras (Kijera, min.75), Lázaro (Rúper, min.68) Néstor Salinas (Ion Vélez, min.72), Provencio; Sangalli, Abdón Prats, Álex García.
Goles: 0-1, min.40: Provencio; 0-2, min.55: Abdón Prats; 0-3, min.70: Provencio.
Árbitro: Hernández Hernández (Comité Las Palmas). Mostró tarjeta amarilla a los jugadores locales Lucas Pérez y Lopo y al visitante Lázaro.
Incidencias: Partido correspondiente a la vuelta de los octavos de final de la Copa del Rey disputado en Riazor ante.
Partido igualado desde los primeros compases, en los que el Mirandés demostró, una vez más, que no iba a ser una comparsa fácil. El conjunto rojillo ya se ha ganado a pulso mirar de tú a tú a un equipo como el Deportivo, que a pesar de la teórica superioridad que se le presuponía antes del choque, no se sintió del todo cómodo en ningún momento. Y eso que los hombres de Víctor Sánchez saltaron al césped de su estadio con la ventaja que les daba el resultado de la ida, un resultado que obligaba al Mirandés a marcar en Riazor para intentar pasar la eliminatoria.
Con esa idea en la cabeza, los hombres de Terrazas afrontaron el choque sin complejos, intentando imponer su ritmo desde el principio e impidiendo cualquier alternativa ofensiva del Deportivo. Si algo caracteriza a este Mirandés es lo incómodo y pegajoso que puede ser para sus rivales, a los que les cuesta un mundo salir con el balón controlado, y eso fue precisamente lo que le pasó al conjunto gallego, que intentaba sin éxito abrir el campo en busca de un espacio que no acababa de llegar. De hecho, salvo algún acercamiento de Fede Cartabia y de Oriol Riera, el Deportivo apenas planteó peligro sobre la portería de Raúl, que pasó por ser un mero espectador. Ni un sólo disparo entre los tres palos durante la primera parte.
Tampoco propuso mucho más en materia ofensiva el Mirandés, que a pesar de tener el balón y manejar el ritmo, pecó de falta de profundidad en la primera mitad. Demasiados centros laterales sin un destino claro que acabaron muriendo en la orilla. Abdón, Álex García y Sangalli probaron fortuna con sendos balones al área que no encontraron rematador hasta que en la recta final del primer tiempo apareció Provencio. Sangalli aprovechó la enésima recuperación de sus compañeros para abrir el campo. Sin embargo, en vez de probar con un balón al área, el extremo derecho vio cómo Abdón y Álex García arrastraban a toda la defensa rival dejando libre de marca a Provencio en la frontal del área. Balón atrás y derechazo del jugador madrileño, que batió a Manu Fernández para poner de cara la eliminatoria.
El partido se fue al descanso con el 0-1 en el marcador y la sensación de superioridad del Mirandés sobre el terreno de juego, una situación que el Deportivo trató de remediar tras el paso por vestuarios. Víctor Sánchez dio entrada en el descanso a Luis Alberto y Bergantiños, señal inequívoca de que algo no le estaba gustando. Fruto de esos cambios y del incremento de la exigencia, el conjunto gallego mejoró su propuesta, pero no fue suficiente. Y es que, a pesar de regresar al campo con más profundidad, el Deportivo vería cómo caía una losa sobre Riazor. En el 55, Abdón Prats botaba una falta lateral al corazón del área, donde aparecía Álex Ortiz, que no tuvo ni que tocar la pelota en su camino hacia la portería. 0-2 y eliminatoria resuelta.
A partir de ahí, el Deportivo intentó la épica. Necesitaba tres goles para reconducir la situación y Víctor Sánchez dio entrada a Lucas Pérez, auténtico faro de este equipo, pero ni con esas. Y es que, después de dos acercamientos de peligro de Fede Cartabia y Oriol Riera, el Mirandés firmaría la sentencia definitiva con un golazo de Provencio, sin duda uno de los protagonistas de la noche. Sangalli y el jugador madrileño firmaron una jugada idéntica a la del primer gol, con la salvedad de que el disparo de éste último quitó las telarañas a la escuadra de Manu Fernández. Mala noche la del cancerbero gallego, que cedió tres goles en tres remates a puerta del Mirandés.
Poco más dio de sí el partido. Ambos equipos sabían a ciencia cierta que el choque y, por ende, la eliminatoria, hacía tiempo que estaba sentenciado. Aún así, en los últimos compases se pudo ver alguna ocasión más. Álex Bergantiños estrelló un tremendo zurriagazo en el larguero en la mejor ocasión de todo el partido para el Deportivo, mientras que Álex García pudo incrementar el resultado en el descuento con un lanzamiento escorado que acabó en saque de esquina. Sin embargo, ya no había nada más por hacer. El Mirandés estará, una vez más, en cuartos de final de la Copa del Rey. Y lo hará por méritos propios, habiendo dejado ya en la cuneta a dos equipos de Primera División.