Las últimas lluvias aumentan el agua embalsada en Arlanzón y Úzquiza

El Arlanzón se encuentra al 98,9 por ciento de su capacidad, con 21,77 hectómetros cúblicos, siendo el que más ha subido

Las lluvias han incrementado la entrada de agua en el Úzquiza, aunque se ha controlado y se mantienen los niveles de hace un mes

En la Cuenta del Ebro, el principal embalse alcanza los 300 hectómetros cúbicos y el Sobrón está al 94 por ciento de capacidad

Llueve con intensidad en esta jornada de domingo, una lluvia que se ha convertido en tónica dominante en los primeros días del nuevo y que está sirviendo, además, para hacer crecer algunos de los embalses de la provincia burgalesa. El Arlanzón es el que muestra los mayores incrementos de agua embalsada, si comparamos los datos actuales con los hace un mes, cuando se clamaba contra un largo periodo de sequía atípico para la época otoñal. En concreto, el Arlanzón cuenta en estos momentos con 21,77 hectómetros cúbicos de agua, estando al 98,9 por ciento de su capacidad, y subiendo.

Hace un mes, este embalse de la Cuenca del Duero rondaba el 58 por ciento de su capacidad, con poco más de 12 hectómetros cúbicos de agua. Sin embargo, ahora se aproxima más a los datos que presentaba el pasado año por estas mismas fechas, cuando contenía 19,8 hectómetros cúbicos, de acuerdo con la información de la Confederación Hidrográfica del Duero (CHD). Y es que en lo que llevamos de enero han caído alrededor de 100 litros por metro cuadrado, frente a los 18,8 que se registraron en todo el mes de diciembre. Y la tendencia es que la lluvia siga cayendo.

Los organismos de cuenca prevén nuevos incrementos ante la persistencia de las lluvias

Por lo que se refiere al embalse de Úzquiza, el de mayor tamaño de la Cuenca del Duero, se encuentra al 54,2 por ciento de su capacidad, con 40,69 hectómetros cúbicos. Cifra similar a la de hace un mes (40,7 hectómetros cúbicos y 54,2 por ciento de capacidad), aunque se prevé una subida en próximas horas como consecuencia, de nuevo, de las lluvias persistentes. El agua caída en enero ronda los 89,4 litros por metro cuadrado, frente a los 10,7 de diciembre, un aumento que no ha conseguido paliar del todo la sequía previa. Y es que hace un año el Úzquiza contenía 50,7 hectómetros cúbicos.

Estabilidad en el Ebro

Mientras la Cuenca del Duero refleja las oscilaciones propias de la meteorología, la del Ebro es más estable. El embalse del Ebro se encuentra al 55,6 por ciento de su capacidad, algo menos que hace un mes (55,89 por ciento), con 300 hectómetros cúbicos de agua. Son cifras por debajo de las registradas en enero de 2015, cuando el embalse contenía 383 hectómetros cúbicos, si bien es cierto que la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) marca también una tendencia al alza para próximas jornadas, manteniendo un juego equilibrado de entradas y salidas, lo mismo que en los otros dos embalses del Ebro en Burgos.

El del Sobrón se encuentra al 94,4 por ciento de su capacidad, con 18,8 hectómetros cúbicos de agua. Hace un mes apenas llegaba a los 18 hectómetros cúbicos, aunque los datos son similares a los de enero de 2015. Y en cuanto a Cereceda, la cantidad de agua embalsada asciende a 1,7 hectómetros cúbicos, el 86,2 por ciento de su capacidad, similar a lo que tenía a principios de diciembre. Eso sí, las lluvias han sido constantes en ambos embalses, con 38 litros por metro cuadrado en el Sobrón y 18,8 litros por metro cuadrado en Cereceda en estos primeros días de enero.