1-1. El Burgos se queda con la miel en los labios
El Burgos se dejó escapar hoy dos puntos tras ver cómo el Pontevedra aprovechaba al extremo su único remate entre los tres palos y empataba en la recta final
Los hombres de Viadero, que marraron un penalti en la primera parte, fueron incapaces de cerrar el choque después de ponerse por delante
Empate con sabor a derrota. El Burgos CF recibió hoy una cura de humildad al ver cómo el Pontevedra sacaba petróleo de su único remate entre los tres palos y empataba en el 86 un partido que los de Viadero no tendrían que haber dejado de ganar. Una vez más, el conjunto blanquinegro pecó de falta de contundencia y, a pesar de dominar la mayor parte de las facetas del juego y de ponerse por delante en el marcador mediada la segunda parte, fue incapaz de cerrar el choque.
Ficha Técnica
1 – Burgos CF: Toni; Andrés, Odei, Quesada, Aitor Granados; Cortés (Sergio Esteban, min.77), Pepe Delgado (Prosi, min.12), Rodri, José Fran; Adrián, Ander Vitoria (Fito Miranda, min.83).
1 – Pontevedra CF: Edu; Adrián, Campillo, Capi, Verdú; Kevin, Queijeiro (Jacobo, min.64); Jandrín, Carnero, Anxo (Pedro, min.47); Borjas (Bruno, min.88).
Goles: 1-0, min71: Rodri; 1-1, min.86: Campillo.
Árbitro: Gorostegui Fernández (Colegio Vasco). Mostró tarjeta amarilla al jugador local Cortés y al visitante Capi.
Incidencias: Partido correspondiente a la décimo novena jornada del Grupo I de la Segunda División B disputado en el estadio municipal de El Plantío ante unos 2.500 espectadores.
Buen arranque en líneas generales del Burgos, que desde el primer minuto hizo valer su condición de equipo local para asumir el control del juego e imponer su ritmo. El problema es que ese control apenas se transformó en peligro sobre la portería de Edu durante buena parte de la primera mitad. Y eso que el conjunto blanquinegro empezó metiendo el miedo en el cuerpo con un disparo de Ander Vitoria en el minuto cinco. El delantero vasco ganaba la posición a su par y conseguía hacerse con un balón dividido dentro del área chica. Sin embargo, su remate a la media vuelta se encontró con el cancerbero gallego, que desbarató la primera gran ocasión local.
A partir de ahí, el Burgos mantuvo su dominio posicional sobre el césped, pero pecó de falta de profundidad para generar peligro real. La peor noticia llegó al filo del minuto 11, cuando Pepe Delgado tuvo que retirarse en camilla. Un mal giro en un balón dividido hizo saltar las alarmas en la grada y obligó a Viadero a mover ficha rápido para dar entrada a Prosi. Habrá que ver el resultado de las pruebas médicas para conocer el alcance de la lesión.
Mientras tanto, el Pontevedra se encomendó a la velocidad de sus hombres de ataque para intentar sorprender a la contra, una fórmula de la que apenas sacó provecho durante los primeros 45 minutos. Prueba de ello es la ausencia total de remates entre los tres palos. Sólo Anxo logró inquietar a la parroquia local con un disparo cruzado desde la izquierda que se marchó alto en el 13.
En ese escenario, el partido entró en una dinámica muy trabada, sin ocasiones claras y con un ritmo por momentos demasiado lento. No fue hasta los últimos minutos de la primera parte cuando el Burgos volvió a meter el miedo en el cuerpo con tres minutos de auténtica locura que, eso sí, acabaron sin premio. En el 43, el árbitro pitaba penalti por una mano clarísima de Capi dentro del área. Ander Vitoria asumía la responsabilidad y marraba el lanzamiento desde los once metros. Apenas un minuto después, el trencilla anulaba por fuera de juego una gran jugada de José Fran que acabó con un lanzamiento de Cortés al lateral de la red y, ya en el descuento, el propio José Fran se entretenía demasiado y era incapaz de sacar provecho a una gran internada.
Tras esas tres ocasiones, parecía casi increíble que el Burgos se marchara al descanso con tablas en el marcador, pero así fue, concediendo la oportunidad al Pontevedra de sacar algo positivo en la segunda mitad. Sin embargo, el guión del partido cambió poco tras el paso por vestuarios. Si acaso, el conjunto gallego regresó al césped con algo más de ritmo, pero en todo caso insuficiente como para discutir el dominio al Burgos, que poco a poco comenzó a generar ocasiones de cierto peligro.
Gol y empate
Odei pudo abrir el marcador con un remate de cabeza en el 59 que se estrelló en el exterior del larguero antes de irse fuera. También lo probó Adrián con un disparo a la media vuelta muy tímido que apenas inquietó a Edu. Parecía que el Burgos estaba condenado a no batir al Pontevedra, pero los hombres de Viadero acabarían encontrando premio a su insistencia en el 71, cuando Rodri culminaba una gran acción batiendo con un disparo seco desde la frontal al portero gallego.
A partir de ahí, el Burgos quiso asegurar el marcador dando entrada a hombres de corte más defensivo, e incluso dispuso de alguna ocasión para sentenciar el choque, pero la apuesta le salió rana. Y es que, lejos de darse por vencido, el Pontevedra se vino arriba en los últimos compases, generando más peligro en diez minutos que en todo el resto del partido. Verdú desaprovechó una ocasión clarísima en el 76 tras entretenerse demasiado y perder la partida frente a la defensa local. Sin embargo, aquella ocasión pareció dar alas a los gallegos, que en el 86 sacaron petróleo de su único remate entre los tres palos, poniendo el empate en el marcador con un cabezazo inapelable de Campillo a la salida de un saque de esquina.
El tanto cayó como una auténtica losa sobre los blanquinegros, que fueron incapaces de romper la igualada en el tramo final y tuvieron que conformarse con un empate que sabe a derrota y que les deja en undécima posición de la tabla. El próximo fin de semana, el Burgos intentará recuperar ante el Somozas los puntos perdidos.