75 personas son atendidas por la inhalación de monóxido de carbono
En Castilla y León el último trimestre ha dejado la cifra de 75 personas afectadas por la inhalación de este gas imperceptible
Desde Protección Civil recuerdan la importancia de la correcta ventilación de las estancias y el mantenimiento periódico de las instalaciones de gas
Cada año, la inhalación de monóxido de carbono deja centenares de personas afectadas y, en alguno casos fallecidas. Es por eso que desde Protección Civil piden especial precaución a los ciudadanos que tienen en casa aparatos de combustión vegetal en fechas donde las reuniones domésticas concentran a más personas en casa. Y es que, desde octubre, 75 personas de toda Castilla y León han sido atendidas por Emergencias 112.
El peligro de intoxicación por monóxido de carbono se encuentra en que es prácticamente imperceptible para los sentidos. Por eso, la instalación de sensores de gas en la vivienda es una medida preventiva para detectar la presencia del gas. Además, en tres de cada cuatro casos de intoxicación que gestiona el centro de emergencias Castilla y León 112, el origen del gas se encuentra en sistemas de calefacción con combustibles vegetales, como son el carbón, el cisco, la leña y en muy menor medida, los braseros, glorias, hornos de leña, estufas.
Para evitar estos accidentes domésticos, la principal recomendación es que se mantenga siempre ventilada la estancia en la que se coloque una calefacción de este tipo. Además, es de todo punto desaconsejable colocar este tipo de calefacciones en los dormitorios.
Ojo con el gas
Pero la intoxicación generada por instalaciones de gas también debe tenerse en cuenta. Por ello, hay que realizar las revisiones periódicas a los equipos instalados. Además, cuando los aparatos estén en funcionamiento, es importante verificar que la llama que emiten sea del color adecuado -cuanto más azul sea ésta, más perfecta es la combustión. Por último, se recomienda todos los aparatos deben encontrarse en lugares correctamente ventilados y no hay que taponar nunca las rejillas.