Ignacio del Río regresa al Arco de Santa María una vez más
Los amigos y familiares de Ignacio del Río inauguran una nueva exposición con carácter de homenaje para el prolífico artista
Se podrá disfrutar de más de un centenar de obras durante las fiestas
El pasado 31 de julio se marchaba para siempre uno de los mejores y más prolíficos artistas que Burgos ha tenido el honor de cobijar a su arrullo. El enfant terrible de El Espolón, el artista viajero, el amante de la vida, el buscón, el pillo, el soñador y el casanova. Todo eso era Ignacio del Río, que a pesar de pasar a mejor vida a finales de este verano, sigue presente en el corazón del arte burgalés, que parece emperrado en mantener vivo el nombre del que fuera símbolo de una época, tan decadente como luminosa, en la que los extremos formaban un círculo virtuoso convertido en expresión artística.
Hoy, el Arco de Santa María, aquel lugar donde tantas horas pasó Del Río preparando sus exposiciones, se ha llenado de amigos, venidos unos de allá y otros de acullá, pero todos con el mismo objetivo: rendir un -quizá- último homenaje al artista. Un homenaje construido, como no podía ser de otro modo, en forma de arte.
En total, más de un centenar de obras componen una exposición en la que han colaborado otros tantos artistas, entre los que aparecen figuras destacadas del mundillo en la ciudad, así como los propios hijos de Ignacio. Escultura, pintura, expresión abstracta, retrato, paisaje,… En realidad, la disciplina no importa. Menos aún la técnica. Lo fundamental es el motivo, y ese no es otro que el homenaje a Del Río.
La muestra permanecerá abierta durante todas las fiestas y cerrará sus puertas el día 10 de enero, así que ya saben, aprovechen para intentar conocer algo más de una figura fundamental para el arte burgalés vista a través de los ojos de sus amigos.